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SEÑOR ENSEÑANOS A ORAR

Al Espiritu Santo

Al Espiritu Santo

EL ROSARIO DEL ESPIRITU SANTO

 Rosario: 07 cuentas

Queridos Hermanos:

Les ofrecemos un valioso camino de oración. A través de el, María nos introduce a la escuela de ese “Maestro Discreto” que el Espíritu Santo.

El Rosario es una oración excelente, pero cada uno debe sentirse libre, atraído a rezarlo, en serena tranquilidad por su interior belleza.

Al Espíritu Santo, el papa Juan Pablo II ha dedicado el año 1998, preparatorio al Tercer Milenio Cristiano.

La finalidad de esta practica “Mariana” orientada a honrar a la tercera persona de la Santísima Trinidad, es aprender a orar o a reaprender, si hubiésemos olvidado, para encontrarle sentido a la vida.

Al mismo tiempo da luz y fuerza para redescubrir a los “otros” y reconocerlos como hermanos en Jesús para construir juntos un mundo más fraterno.

ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO

Espíritu Santo, tu que me aclaras todo,

que me iluminas todos los caminos para que yo

alcance mi ideal, tu que me das el don divino

de perdonar y olvidar el mal que me hacen

y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.

Yo quiero en este corto dialogo agradecerte

por todo y manifestar una vez mas que

Nunca quiero separarme de ti,

por mayor que sea la ilusión material.

Deseo estar contigo y todos mis seres queridos

en la gloria perpetua.

Gracias por la misericordia para conmigo y los míos

AMEN

Primer Misterio

La Encarnación de Jesús en el seno de María.

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” Lc 1,  35.

 Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor. (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de SABIDURÍA.

V. Ven Espíritu Santo.

Segundo Misterio

Bautismo de Jesús en el Jordán.

“Bautizado Jesús bajo sobre él, el Espíritu Santo en forma de paloma y se escucho una voz del cielo: Tú eres mi hijo, el Amado; tú eres mi Elegido” 

Lc 3, 21-22.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor. (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de ENTENDIMIENTO.

V. Ven Espíritu Santo.

Tercer Misterio

Jesús muere en la cruz.

“Inclinando la cabeza entrego el Espíritu” Jn 19, 30.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor.  (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de CONSEJO.

V. Ven Espíritu Santo.

Cuarto Misterio

Jesús resucitado se aparece a sus discípulos.

“Soplo sobre ellos y dijo: Reciban el Espíritu Santo”  Jn 20, 22.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor.  (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de FORTALEZA.

V. Ven Espíritu Santo.

Quinto Misterio

La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y María.

“El día de Pentecostés, estaban todos reunidos orando; quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas” He 2, 1-13.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor. (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de CIENCIA.

V. Ven Espíritu Santo.

Sexto Misterio

El Espíritu Santo desciende por primera vez sobre los paganos.

“Si envías tu Espíritu son creados y así renuevas la faz de la tierra” Sal 104, 30.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor.  (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de PIEDAD.

V. Ven Espíritu Santo.

Séptimo Misterio

El Espíritu Santo es enviado a la Iglesia.

“Todos nosotros, ya seamos judíos o griegos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a  todos se nos ha dado a beber del único Espíritu. El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos” 1 Cor 12, 13-14.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • En cada cuenta se dice: Oh Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ello el fuego de tu amor.  (07 veces)
  • Gloria

R. Ven Espíritu Santo con el don de TEMOR DE DIOS.

V. Ven Espíritu Santo.

Preces al Espíritu Santo

(En forma de letanía)

Señor, ten piedad de nosotros,

Cristo, ten piedad de nosotros,

Señor, ten piedad de nosotros,

Padre Omnipotente, ten piedad de nosotros.

Jesús Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo, Sálvanos.

Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito del Uno y del Otro, Santifícanos.

Trinidad Santísima, Óyenos.

Espíritu Santo, que procedes del Padre y del Hijo. R: Ven a nosotros.

Promesa del Padre,                                 Autor de todo bien,

Don de Dios Altísimo,                              Unción espiritual,

Rayo de luz celeste,                                Caridad ardiente,

Fuente de agua viva,                               Espíritu de sabiduría,

Fuego abrasador,                                    Espíritu de consejo y de fuerza, 

Espíritu de ciencia y de piedad,                 Espíritu consolador,

Espíritu de temor del Señor,                     Espíritu santificador,

Espíritu de gracia y de oración,                 Espíritu que gobierna la Iglesia,

Espíritu de paz y dulzura,                         Espíritu que llenas el universo,

Espíritu de modestia y de inocencia,          Espíritu de adopción de los hijos de Dios.

 Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado. R: Te rogamos óyenos.

Espíritu Santo, ven a renovar la faz de la tierra,

Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia,

Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones,

Espíritu Santo, abrásanos en el fuego de tu amor,

Espíritu Santo, abre el tesoro de tus gracias,  

Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales,

Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria,

Espíritu Santo, inspíranos la práctica de las virtudes,

Espíritu Santo, haz que perseveremos en la justicia,

Espíritu Santo, sé Tu mismo nuestra recompensa.

Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo,

Derrama en nuestras almas los Dones del Espíritu Santo.

Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo,

Infúndenos el Espíritu de Sabiduría y devoción.

ORACION

Oh Dios, que en el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia en todos los pueblos y naciones, difunde los dones del Espíritu Santo hasta los confines de la tierra y continua hoy, en la comunidad de los creyentes, los prodigios que hiciste en los inicios de la predicación del Evangelio.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. AMEN.

Acto de Donación y Consagración

Espíritu Santo, Espíritu de Jesús y del Padre. Tú quieres habitar en mí, pobre pecador y transformarme en templo de tu gracia.

Ven Espíritu de la Comunión Divina, ven y llena todo mi ser.

Ven y úneme a Jesús crucificado y resucitado, para ser con El y con todos mis hermanos un solo Cuerpo, para ser con El, un hijo predilecto del Padre.

Oración Diaria

Santísimo Espíritu, Amado de mi alma, Te adoro.

Ilumíname, fortaléceme, guíame, confórtame, consuelame.

Prometo de corazón, someterme a todo lo que deseas para mí.

Y permite que se realicen Tus deseo en mí.

Dame a conocer Tu voluntad, dime lo que debo hacer.

Santísimo Espíritu, derrama la paz en el mundo.

El Secreto de la Santidad

Te revelare un secreto de santidad y de felicidad. Si todos los días durante cinco minutos, mantienes tu imaginación sosegada, cierras tus ojos o todas las cosas del sentido, y cierras tus oídos al bullicio de la tierra, para poderte retirar al santuario de tu alma bautizada, que es el templo del Espíritu Santo, y ahí hablarle al Espíritu Santo diciéndoles:

Oh, Espíritu Santo de mi alma Te adoro.

Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame.

Dime lo que debo hacer y haz que cumpla Tu voluntad.

Prometo someterme a todo lo que Tú permitas que me suceda,

tan solo hazme ver Tu voluntad.

Si haces eso, tu vida será feliz y serena. El consuelo abundara en medio de las angustias. Recibirás la gracia en proporción a la prueba, así como la fortaleza para soportarla, conduciéndote a las puertas del paraíso lleno de merito.

Esa sumisión al Espíritu Santo es el Secreto de la Santidad.

Espíritu Santo, Tu te has dado sin medida humildemente me doy y me consagro a Ti. Hazme dócil a tu acción, porque Tú puedes realizar tu Misión en mí, en la Iglesia y en el mundo entero.

Te ruego con Maria y todos los Santos que en la hora que me reúna contigo a través de las manos del Padre, como Jesús para la eternidad.

Al Espíritu santo junto con María, le suplicamos:

“Lava lo que esta manchado. Riega lo que esta reseco, sana lo que esta enfermo, doblega lo que esta rígido, calienta lo que esta frío. Endereza lo que esta desviado, da a tus fieles tus siete dones”

Y a todos nos llene Tu amor y Tu consuelo.

ORACION EL ESPIRITU SANTO

Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo,

inspírame siempre lo que debo pensar,

lo que debo decir, cómo debo decirlo,

lo que debo callar, lo que debo escribir,

cómo debo obrar, para procurar tu gloria

el bien de las almas y mi propia santificación. 

Espíritu Santo, dame agudeza para entender,

capacidad para retener, método y facultad

para aprender, sutileza para interpretar,

gracia y eficacia para hablar. 

Dame acierto al empezar, dirección al progresar

Y perfección al acabar.

AMEN

 

ORAR POR LA MUJERES

ORAR POR LA MUJERES

Oración por la MUJERES… Querido Señor:

En la Biblia yo he encontrado grandes ejemplos de mujeres que trascendieron la historia y con su ejemplo me han inspirado. Es por esto que de la manera más humilde y sencilla vengo a pedirte que…

Así como Déborah me des disposición y buen ánimo para enfrentar cualquier batalla espiritual, emocional o física que se me presente en la vida. Quiero como Eva poder ser ayuda idónea, un buen complemento, madre de buenas generaciones. Tener la gracia y hermosura de Rebeca, Raquel y Sara. Poder mantener la fe y la esperanza aún cuando no vea nada.

Dame la serenidad, verticalidad, astucia y prudencia que tuvo Abigail. La inteligencia de Noemí y la clase de corazón que tuvo Ruth. Que pudiendo buscar su propio bienestar, decidió no abandonar a una suegra que había quedado viuda, sin hijos y desamparada. Que pueda seguir las instrucciones y atender los consejos que me den aquellas personas que tienen más experiencia que yo.

Que así como Marta, sea una excelente servidora, hacendosa en las tareas del hogar y procure con diligencia entregarme con excelencia a los demás. Pero que así como María su hermana, sepa cuando debo postrarme o sentarme a tus pies para escuchar lo que tú tienes que decirme, aquello que tú quieres enseñarme, que nunca por estar tan afanada me pierda la mejor parte que es estar en tu presencia.

Quiero ser valiente como Ester, que aunque sintió temor, no cedió a la intimidación. Ella se atrevió a exponer su vida para lograr la liberación de un pueblo que buscaba oprimir y matar. Y supo cómo utilizar su gracia, inteligencia y belleza.

Dios, que así como aquella mujer que con fe pedía justicia e insistentemente clamó hasta que consiguió aquello que pedía, yo pueda luchar con tenacidad y entrega por alcanzar mis sueños. Y que como la mujer que fue sanada del flujo de sangre, no me importe la multitud, la enfermedad y las limitaciones para yo poder tocar tu manto.

Me gustaría poder valorar las cosas simples y sencillas, aún aquellas que podrían parecer insignificantes. Tal como la mujer de la parábola de la dracma, que pueda regocijarme al encontrar aquello que con tanto ahínco buscaba y celebrar una fiesta gozosa. Porque si valoro lo mucho y lo poco, tendré un balance, estaré equilibrada, caminaré con los pies en la tierra.

Señor, quiero vivir tan apasionada y enamorada de ti como la sunamita, que aguardó con paciencia a su amado hasta que lo encontró y que una vez que lo encontró nunca lo dejó. Dame la clase de visión espiritual que tuvo Elizabeth para poder discernir y comprender que más allá de lo que otros podían ver, lo que María llevaba en su vientre, sería el Salvador del mundo. Que pueda identificar y percatarme de las maravillas que solo tú haces posible para así poder bendecir y alabar tu nombre. Que mis palabras sean de bendición y de tanto aliento como las que ella dijo a María.

Tal cual Dorcas quiero ser solidaria con mis semejantes. Vivir tan saturada de amor que cuando muera la gente pueda sentir mi partida porque recuerden que le hice un bien.

Y por favor te imploro buen Dios, que así como María encuentre gracia ante tus ojos.

Que pueda enfrentar grandes retos y ante el dolor permanecer serena y callada. Dame prudencia y un gran corazón, sabiduría y sencillez. Que cuando la gente mire a mí alrededor puedan identificarme como tu hija. Que con tu luz yo alumbre al mundo y sea siempre pregonera de las buenas nuevas.

Amén.

 

Autora: Brendaliz Avilés

¿Como hablar de Maria hoy?

¿Como hablar de Maria hoy?

¿COMO HABLAR HOY DE LA VIRGEN MARIA? - Tema 02

Cuando hay que hablar de María se encuentra uno como en apuros. No sabe por donde empezar, ya que la Virgen es un mundo terreno y divino al mismo tiempo. El nombre de María, parece uno de los más difíciles de pronunciarse para los cristianos de hoy. Se calla fácilmente de ella en la investigación, en los libros, en la oración cotidiana:

 

Unos, porque dicen que no sienten interés por María, la madre de un Señor en el que poco o nada creen y sobre todo, en el que no viven.

Otros porque, a pesar de haber transcurrido varios años desde que termino el Concilio Vaticano II (C.V. II), no han alcanzado a entender aun las líneas señaladas para situar a María en el lugar que le corresponde en el pensamiento y en la vida del cristiano, que es el mismo que le corresponde en la historia de nuestra salvación y han preferido no hablar de ella ni pensar en ella, como si el único camino para no deformar la figura de la Madre fuera ignorarla.

Otros, en fin, porque en resumidas cuentas, no saben quien es María y no lo saben porque no se han molestado en abrir las paginas de la Biblia donde aparecen los misterios de la vida de Cristo, que es hijo de María.

 

Por esto nos sobra razones para quienes amamos a María. Porque María camino y estuvo en  la historia, hoy la vemos alejada de muchos que, por otra parte, no quisieran perderla, prueba de lo cual es que la buscan por caminos equivocados y hechos extraordinarios: No la buscan en la Palabra de Dios, pero si en el santuario o en la peregrinación o en la aparición mas o menos autentica.

La Iglesia nos invita a tener presente ciertos criterios en la visión de María, criterios que estaban muy en desuso en la piedad y en la vida mariana antes del C.V. II y de manera peculiar en cierta abundancia de la devoción mariana propia de países tan imaginativos y frescos en su pensar como alejados de la realidad en su reflexión.

 

Ante todo nos invita a encontrar a María tal como aparece en el Evangelio y no precisamente en las creaciones de la imaginación, sino en su puesto como Madre del Señor Jesús, con la totalidad de su función, que es demasiado grande como para que necesite aditamentos.

 

Reencontrarla así, cercana a nosotros como estuvo cercana a Jesús y a sus discípulos, a la Iglesia primitiva. Que no tengamos que buscar una Virgen milagrosa en el Evangelio, porque no la vamos encontrar, ya que no hizo ninguno, aunque dio a luz al Verbo de Dios y provoco el primer signo en Cana de Galilea.

Dentro de este criterio de atenerse a la Palabra de Dios, también nos invita a ver a María en su propia historia, que es parte de la historia de la salvación. Y por lo mismo ver: “La historia de su alma, del desarrollo de su fe y la historia de su misión”  

 

Ante todo, el desarrollo de su fe. Es que, a fuerza de votos, muchos teólogos marianos nos tenían acostumbrados a una Virgen-Vidente desde el principio de su ser y no a una Virgen que tuvo que ignorar, dudar y creer y por lo mismo fue declarada dichosa por haber creído, es decir, porque, como nosotros, tuvo que vivir toda la aventura de la fe con sus consecuencias de oscuridad, noche y sufrimientos. Nos recuerdan lo que con igual encarecimiento nos puso de presente el C.V. II sobre la Virgen que: “Lo atado por la virgen Eva con su incredulidad, fue desatado por la Virgen María mediante su fe”, una fe que no es distinta de la de los demás, puesto que también ella, como nosotros, fue peregrina y tenia para su fe los mismos instrumentos que nosotros tenemos a nuestra disposición, si no es que el principal, Jesús con su Espíritu, estaba mas cercano de ella.

 

Nos invita también a encontrar en María la función esencialmente eclesial que le corresponde en nuestra vida espiritual, para lo cual, a su vez, tenemos que darnos cuenta de que la Iglesia no es un simple recipiente de nuestra existencia como cristianos y caminantes, sino que la Iglesia es la esencia misma de nuestro peregrinar y en ella querámoslo o no, María tiene una función dispuesta por la elección Divina.

 

Pablo en su carta a los Galatas solamente habla una vez de María cuando nos dice que el hijo de Dios nació de una mujer. (Ga 4, 4)

 

Lucas en los Hechos de los Apóstoles presenta a María en oración en medio de la primera comunidad cristiana, en espera de la efusión del Espíritu Santo (He 1, 14).

 

Marco también menciona a María y nos comenta en su Evangelio. Como era mucha gente sentada en torno a Jesús, le transmitieron este recado: “Oye, tu madre, tus hermanos y tus hermanas se encuentran fuera y preguntan por ti”. (Mc 3, 31-35).

 

Evidentemente, seria demasiado largo detenernos en los detalles de todo lo que dicen en los evangelios sobre la madre de Jesús, aunque es poco. El papel de María es muy escondido para ellos, podría decirse que solo por casualidad y que solamente cuando tienen que referirse a la madre de Jesús, la mencionan en episodios que no se refieren directamente a ella.

 

Juan introduce a María en la vida publica de su hijo cuando, en las bodas de Cana (Jn 2, 1-12), ella solicita a Jesús que realice su primer milagro. Es la iniciación del misterio de intercesión de la madre ante su hijo que no le niega nada. Es también en esta ocasión cuando los apóstoles tienen el primer conocimiento de María, la madre de su Maestro. La verdad hermanos es que los Doce todavía no comprenden mucho el misterio insondable de Jesús; menos aun el misterio de su madre en su maternidad excepcional. Pero por su intercesión discreta María hace crecer la fe de ellos. Porque, aquel primer milagro conseguido por la intercesión de María, revela la gloria de Jesús: Y creyeron en él sus discípulos, nos puntualiza Juan.

 

La maternidad espiritual de María, Madre de la Iglesia, se anuncia ya desde aquí. Alcanzara su culminación al pie de la cruz, al final del misterio publico de Jesús. Es que a esta presencia de María al principio de la vida publica corresponde.

 

También es Juan, que resalta la presencia de María al pie de la cruz al final del ministerio publico de Jesús (Jn 19, 25-27). Por una intención manifiesta, varios pormenores de las dos escenas se corresponden y se hacen eco. Cana es el comienzo de la glorificación de Jesús: La hora de este comienzo se anticipa por intercesión de María: “Mujer ¿Cómo  se te ocurre? Aun no ha llegado mi hora”. Es como si Jesús le dijera a su madre: ¿Que quieres mujer? ¿Que tengo yo contigo, mujer? Es un sentimiento para rehusar una intervención que se juzga inoportuna. Pero Jesús no puede rehusar lo que su madre le pide. Es, sobre todo, el apelativo mujer lo que resulta insólito y que solamente se clarifica acudiendo a la presencia de María junto a la cruz, cuando la hora de la glorificación ha llegado y se consuma gracias y por medio del retorno del Hijo a la derecha del Padre: Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” Después dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Jesús proclama la maternidad espiritual de María que se convierte, no solamente en la madre espiritual de Juan, sino en él, la madre de todos los que creen en Jesús, representados allí por el discípulo a quien Jesús amaba. Por esto dice al discípulo y a todos nosotros: “Ahí tienes a tu madre”

La expresión mujer, se clarifica como una evocación a la mujer Eva, la madre de todos aquellos a quienes la muerte del nuevo Adán, trae a la vida. Estas implicaciones de la expresión mujer se justifican en el conjunto del Evangelio Espiritual de Juan, él mas teólogo de los evangelistas. En él aparece María de pie junto a la cruz como la nueva Eva, con el alma traspasada por una espada (Lc 2, 35.) Y más claramente corredentora, asociada a la obra redentora de su Hijo que solo El podía realizar. Corredentora y nuestra madre espiritual, ella colabora a nuestra generación de hijos de Dios a través de su dolor. Desde Cana ella nos conduce hacia Cristo.

A lo largo de los siglos, el Señor ha querido multiplicar las señales de su asistencia misericordiosa y nos ha dejado a María como faro poderosísimo para que sepamos orientarnos cuando estemos perdidos.

Yo soy la Madre del amor hermoso, en mi esta toda la esperanza de vida y de virtud (Ecl 24, 24.)

 

ORACION

 

Si se levantan los vientos de las tentaciones,

si tropiezas con los escollos de la tentación,

mira a la estrella, llama a María.

 

Si la ira, la avaricia o la impureza impelan

violentamente la nave de tu alma, mira a María.

 

Si turbado con la memoria de tus pecados,

confuso ante la fealdad de tu conciencia,

temeroso ante la idea del juicio, acude a María.

 

Si comienzas a hundirte en la sima sin fondo,

en la tristeza o en el abismo de la desesperación

piensa en María.

 

En los peligros, en las angustias, en las dudas,

piensa en María, invoca a María, acude a María.

 

Que no se aparte María de tu boca, ni de tu corazón.

Y para conseguir su ayuda intercesora,

no té apartes tú de los ejemplos de su virtud.

 

Si la sigues no te descaminaras, no te desesperaras.

Si le ruegas no te perderás si en María piensas.

Si ella te tiene de su mano no caerás.

Si te protege nada tendrás que temer.

Si es tu guía no te fatigaras.

 

Llegaras felizmente al puerto si María te ampara.

 

El Rosario Biblico

El Rosario Biblico

EL ROSARIO BIBLICO 

El Rosario Bíblico es una versión moderna de la manera como se rezaba el Rosario en la Cristiandad Occidental a fines de la edad Media.En esos tiempos entre 1425 y 1525 las personas recitaban un pequeño pensamiento, o meditaban, mientras rezaban cada Ave María del Rosario describían un acontecimiento de las vidas de Jesús y María.El Nuevo Rosario Bíblico, sigue esta antigua costumbre medieval de  asignar un pequeño pensamiento, diferente cada vez, a cada cuenta del Ave María. Los pensamientos han sido ordenados de manera que la historia de cada Misterio se desarrolla, cuenta a cuenta, en diez pasos consecutivos. El factor más importante es que el Rosario Bíblico extrae los pensamientos del Ave María directamente de las escrituras inspiradas del Antiguo y Nuevo Testamento. En la Edad Media no sé hacia de esta manera. A esta nueva versión de la forma medieval de rezar el Rosario se le llama Rosario “Bíblico” porque 147 de los 150 pensamientos del Ave María son citas directas de la Biblia o Sagrada Escritura. 

IMPORTANCIA DEL ROSARIO BIBLICO

Si a veces resulta difícil mantener el pensamiento ocupado en los Misterios mientras se reza cada década, el Rosario Bíblico ofrecerá gran ayuda.Como el Rosario Bíblico distribuye la narración de cada Misterio, cuenta a cuenta, por toda la década, cada Ave María evocara un pensamiento vivido y provocador de una de las partes narrativas del Misterio.Al igual que las personas de la época Medieval, descubrirás el método de meditación cuenta por cuenta, aumentaran el efecto religioso de los Rosarios que reces. Porque cuando la mente aprenda a captar mejor los mensajes profundos de los Misterios, te será más fácil apreciar su contenido, seguir sus consejos y lograr lo que ellos prometen. 

BASE HISTORIA DEL ROSARIO BIBLICO

El relato de como se origino, se desarrollo y cambio el Rosario de la Bienaventurada Virgen María a través de los siglos, es uno de los capítulos más interesantes y menos conocidos de los anales de nuestra Fe. Un breve recorrido en esta curiosa historia mostrara que el Rosario Bíblico presentado aquí es muy semejante a la forma universal de rezar el Rosario a fines de la Edad Media. 

TRANSFORMACIONES DE LOS 150 SALMOS DE DAVID

La mayor parte de los historiadores se remonta hasta el siglo IX en Irlanda, durante la Alta Edad Media, para encontrar los orígenes del Rosario tal y como se conoce hoy.En aquellos tiempos, al igual que hoy, los 150 Salmos de David eran una de las formas más importantes de oración monástica. Los monjes recitaban o cantaban Salmos, días tras día, como una de las principales fuentes de inspiración.Las personas Laicas que vivían cerca de los monasterios apreciaban la belleza de esta devoción, pero les era imposible adaptar esta forma de oración para su propio uso debido a que muy pocos sabían leer, dificultándoseles además la memorización de los Salmos a causa de su longitud.Alrededor del año 800 uno de los monjes irlandeses les sugirió a sus vecinos laicos que rezaran una serie de 150 Padrenuestros en lugar de los 150 Salmos. Ellos no se imaginaron que esa simple sugerencia serie el primer paso en el desarrollo de la que un día seria la forma de oración no litúrgica más popular de la cristiandad.Al principio, para contar los 150 Padrenuestros, las personas llevaban colgadas bolsas de cuero que contenían 150 piedrecillas.Después, las bolsas fueron sustituidas por cuerdas con 150 o 50 nudos y eventualmente comenzaron a usarse cordones con 50 piececillas de madera.Algún tiempo después, clérigos y laicos en otras partes de Europa comenzaron a recitar, como una oración repetitiva, la Salutación Angélica, que constituye hoy la primera parte de nuestra Ave María. San Pedro Damián, que murió en el año 1072, fue el primero en mencionar esta forma de oración. Poco tiempo después, se encontró que muchas personas rezaban las 50 Salutaciones Angélicas, mientras que otras preferían los 50 Padrenuestros. 

ORIGEN DE LOS MISTERIOS

Durante el siglo XIII comenzó a desarrollarse otra forma de oración que pronto daría los Misterios del Rosario. Por largo tiempo muchos teólogos medievales creyeron que los 150 Salmos eran profecías encubiertas sobre la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. A través de profundas meditaciones y habilidosas interpretaciones de los Salmos, algunos de estos hombres empezaron a componer los “Salterios de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Estos eran series de 150 alabanzas en honor de Jesús, basadas sobre las interpretaciones de los 150 Salmos.Pronto se compusieron los “Salterios” de 150 alabanzas dedicadas a María. Cuando un salterio Mariano estaba compuesto de 50 alabanzas en vez de 150, se llamaba comúnmente “Rosarium” o ramillete de rosas.De esta manera, durante el siglo XIII se usaban al mismo tiempo, cuatro “Salterios” diferentes: los 150 Padrenuestros, las 150 Salutaciones Angélicas, las 150 alabanzas a Jesús y las 150 alabanzas a María. En una época en que se daba tanta importancia a la unidad, quizás, era inevitable que esas cuatro formas de oración se combinaran. 

LOS CARTUJOS COMBINAN LAS ORACIONES Y LOS MISTERIOS

El primer paso hacia la combinación de estas cuatro clases de salterios, se dio cerca del año 1365 de la Era Cristiana, cuando Enrique de Kalkar, Visitador de la Orden de los Cartujos, agrupo las 150 Salutaciones Angélicas en grupos de a diez y puso un Padre Nuestro al principio de cada década. El Padre Nuestro y el Ave María se combinaron aquí por primera vez.Mas adelante, alrededor de 1409, otro Cartujo, Domingo el Prusiano, escribió un libro en que unía un salterio de 50 pensamientos acerca de las vidas de Jesús y María a un Rosario de 50 Avemarías. Esta fue la primera vez que se le asigno un pensamiento especial a cada cuenta del Ave María. Eventualmente, los 50 pensamientos del Ave María de Domingo el Prusiano se dividían, igual que los de Enrique de Kalkar, en grupos de a diez, con un Padre Nuestro intercalado. Entre 1425 y 1470 se hicieron muchas variaciones de esta forma, pero los cambios nunca fueron repentinos, sino graduales. 

LOS DOMINICOS POPULARIZAN LOS PENSAMIENTOS ESPECIALES DEL AVE MARIA

Alrededor de 1470 el Dominico Alan de Rupe fundo la primera Cofradía del Rosario y así impulso a la Orden Dominica como la de los primeros misioneros del Rosario. Alan de Rupe, lo  llamaba Rosario “Nuevo” al que dedicaba un pensamiento especial a cada cuenta del Ave María, mientras que denominaba Rosario “Viejo” al que se rezaba únicamente con Avemarías, sin acompañamiento alguno de otra frase de meditación. Gracias a los esfuerzos de Alan de Rupe y de los primeros Dominicos, esta forma de oración 150 Avemarías con un pensamiento especial para cada cuenta, se difundió rápidamente a través de la Cristiandad Occidental.Es importante notar que este Rosario, el que Alan de Rupe promovió con tanto éxito como el Rosario de Santo Domingo, es el modelo en el cual se basa el “Nuevo Rosario Bíblico”: Un Rosario con un pensamiento especial para cada una de las 150 Avemarías.Pero el siglo XV fue una época de cambio y de esta forma de Rosario medieval, aunque exitosa, se fue abandonando gradualmente cuando el Mundo Cristiano salía de la Edad Media y entraba en el Renacimiento. 

ROSARIOS ILUSTRADOS INTRODUCEN EL ROSARIO CORTO QUE SE REZA HOY

El abandono del Rosario medieval que incluía un pensamiento especial en cada cuenta del Ave María, ocurrió de esta manera: Alrededor de 1500 fue posible reproducir por primera vez imágenes talladas en madera sin costo excesivo. Como la mayor parte de las personas no sabia leer todavía, estos Rosarios Ilustrados llegaron a ser muy populares. Pero como resultaba gravoso dibujar e imprimir 150 representaciones diferentes, una por cada pensamiento correspondiente a cada Ave María, los nuevos Rosarios Ilustrados presentaban usualmente 15 dibujos: uno para cada Padre Nuestro. Al principio, los diez pensamientos del Ave María se imprimían alrededor de cada dibujo del Padre Nuestro. El Rosario Ilustrado más hermoso, quizás haya sido el primero, fue impreso en Venecia por Alberto da Castello, O.P. 1521. Pero durante los siglos XVI y XVII los pensamientos especiales del Ave María fueron  relegándose, quedando solamente los 15 pensamientos breves del Padre Nuestro, que han  sobrevivido hasta hoy en la forma de los 15 Misterios.Como detalle histórico interesante debe destacarse que el único lugar del mundo donde el antiguo Rosario medieval, con los 150 pensamientos del Ave María, ha sobrevivido hasta hoy, es en la pequeña villa montañosa de Schrocken, en la parte alta de los Alpes Vorarlberg en Austria. Allí se reúnen las personas a rezar el Rosario de la misma manera como se rezaba en el Mundo Cristiano durante la Edad Media.Tan pronto como el Rosario corto de quince Misterios, sin meditaciones en el Ave  María, hubo reemplazado la forma medieval, la gente vio la necesidad de aumentar los quince comentarios breves de los Misterios.  Oraciones suplementarias tomaron la forma de narraciones o meditaciones para ser leídas antes de rezar cada década. Una de las colecciones más populares de 15 meditaciones fue escrita por San Luis de Montfort alrededor de 1700. La mayor parte de las meditaciones de las novenas populares que se usan actualmente tiene esta forma, que consiste en un párrafo introductorio de pensamientos  devotos para ser leído antes de rezar cada década. 

PRIMERAS SEÑALES DE RETORNO  LA FORMA MEDIEVAL  DE REZAR EL ROSARIO

A principios del siglo XX aparecieron las primeras señales de retorno al método medieval. El Preboste Walter de Inichen publico una serie de pensamientos en alemán para cada Ave María. En 1920 el Padre Kilian Baumer compuso otra serie de meditaciones para cada Ave María, que fue publicada en Friburgo, Suiza. El Dr. Magnus Seng, medico canadiense, publico en 1946 el trabajo mas reciente con pensamientos especiales para cada Ave María.Cada uno de estos escritores recientes ha compuesto pensamientos pertinentes para ser leídos antes o después de rezar cada Ave María del Rosario.El Rosario Bíblico presentado difiere de estas composiciones recientes y de la versión medieval, en que se compone casi íntegramente de citas directas de la Biblia. Estas citas se combinan para narrar la historia de cada Misterio en diez pensamientos consecutivos.Esta breve revisión del desarrollo histórico del Rosario muestra que el Rosario Bíblico es una adaptación de la Biblia a la manera como el Rosario se rezaba en toda la Cristiandad Occidental a fines de la Edad Media.Si esta versión moderna del antiguo Rosario del siglo XV logra hacer más profunda y significativa la meditación de un centenar de personas en el siglo XX, este  comentario habría alcanzado completamente su objetivo.Tradicionalmente se ha distribuido el rezo de los Misterios en la forma siguiente:

·       Misterios de Gozo, los Lunes y Jueves

·       Misterios de Dolor, los Martes y Viernes

·       Misterios de Gloria, los Miércoles, Sábados y Domingos. 

SANTO ROSARIO – BIBLIA DE LOS POBRES

Historia del Santo Rosario: Haciendo un poco de historia EL ROSARIO diremos que sus orígenes se atribuyen a SANTO DOMINGO de GUZMAN en el siglo XIII, fundador de la Orden de Predicadores.En cuanto al “Rosario” viene a ser, en traducción popular, como un “Río de rosas” invirtiendo las sílabas. O sea que viene a convertirse en una ofrenda o ramillete de rosas espirituales, en donde se recuerda las escenas mas sublimes del nacimiento, vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús nuestro Redentor.Por de pronto hemos de recordar que el Rosario es una oración TEOCENTRICA dirigida a Dios en forma sencilla para hablar con Él y recabarle nuestras necesidades. El Rosario es “La Biblia” de los pobres, como le llamaba el Pan Juan XXIII. Es el medio y remedio de pastoral para los que no saben leer o no ven porque perdieron la vista, pero que saben de memoria los grandes misterios de FE que encierra La Santa Biblia.Los quince siglos de cristianismo que precedieron a la invención de la imprenta, el pueblo que buscaba a Dios, en esencia, vivían las mismas experiencias de fe aprendidas de generación en generación en los templos.Dios no pedía más: Se invocaba al Padre agradeciendo la Redención de Jesús en compañía de la Madre cuyo valimiento le reconocían.El Rosario es la práctica de oración que más documentación pontificia ha merecido a través de los años, como oración popular. Pasan de 500 documentos pontificios en sus diversas categorías exhortando al recitado devoto del Santo Rosario. El recitado del Rosario mantiene su doble forma de oración: 1.     La VOCAL como medio 2.     La MEDITACION del misterio que se contempla, como fin.Esto es, la contemplación de la vida, pasión, muerte y resurrección  de Jesús, objeto y fin de la PALABRA de DIOS.Es el conjunto de los quince “Misterios”, pues, se recoge la parte principal de la Santa Biblia. ¿Que nos quedaría de la Biblia si de ella retiramos todo lo relacionado con el Redentor anunciado por el mismo Dios?Tan solo servia para el pueblo judío que no cree en la Redención de Jesús. Ellos esperan otro redentor en forma indefinida. No tienen pues el “Emmanuel”. El Dios con nosotros, cercano al hombre. No admiten el Nuevo Testamento. Y si algunos judíos lo admiten no creen en la divinidad y redención de Jesús. Por otro lado se hace preciso mencionar que aparte las citas bíblicas alusivas al Redentor Jesús en el Nuevo Testamento y el Magisterio de la Iglesia señalado por las innumerables recomendaciones de los Papas en el recitado diario del Santo Rosario, tenemos también que, dentro del mundo de la Revelación privada a niños inocentes o pecadores empedernidos en diversas partes del mundo. No se puede negar su historicidad y la incapacidad científica para dar una repuesta satisfactoria. ¿Y cuales son las peticiones de la Virgen a los privilegiados videntes?Que ante la idolatría del hombre hacia los bienes materiales, placeres y confort, perdió la conciencia del pecado. Ella anuncia de mil maneras el peligro que se cierne sobre el hombre. Ella pide el regreso a Dios por medio de la ORACION, brindando su arma favorita EL SANTO ROSARIO. Se destaca las dos apariciones de mayor relieve: Lourdes en Francia y Fátima en Portugal. Ambas con aprobación eclesiástica. Y en ambas se presenta la Virgen con el Santo Rosario. En cuantas a las objeciones que se suelen presentar debido a las constantes repeticiones de las mismas oraciones vocales con peligro de caer en la rutina y el cansancio. Diremos que también son constantes y repetitivas las peticiones y suplicas a nuestro buen Padre Dios por mil necesidades y no nos cansamos de pedir, ni El se cansa de escuchar nuestras impertinencias; mas bien le satisfacen porque se trata del hijo que acude a su Padre que algo quiere o que le brinda sus alabanzas pese a sus debilidades e ingratitudes. Por otro lado como bien comprende los alcances de la debilidad humana se inclina con preferencia para mirar mas bien, la intención del corazón que es lo que más le interesa y observa también la lucha que manifiesta por superar las distracciones y que renueva la atención en el “Misterio” que se contempla. Por tanto, esta oración vocal defectuosa a Dios nuestro Señor, también la recoge para nuestro bien. Claro esta, no seria el caso del devoto que ora, pero que, al mismo tiempo mira a la TV o lee la prensa. Esta situación pues seria de reproche además nula. Ahora bien ¿No seria preferible en algún caso la práctica mental solo sobre el Rosario?Lo es sin duda alguna cuando hay algún inconveniente o preferencia. Esta oración superara a la oración vocal por ser más perfecta.Por eso, el fin del Rosario es de facilitar la ATENCION y MEDITACION de ALABANZA  a DIOS por medio de los diversos acontecimientos del nacimiento, vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. De ahí que se nos antoje esta oración multisecular, tan sencilla y familiar.     

El Santo Rosario, Arma Poderosa

El Santo Rosario,  Arma Poderosa

EL SANTO ROSARIO 

El Rosario, arma poderosa. Y habiendo entrado donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo.  Con estas palabras el ángel saludó a Nuestra Señora, y nosotros las hemos repetido incontables veces en tonos y circunstancias bien diferentes. En la Edad Media se saludaba a la Virgen María con el título de rosa (Rosa mística), símbolo de alegría.  Se adornaba sus imágenes - como ahora - con una corona o ramo de rosas (en latín medieval Rosarium), expresión de las alabanzas que nacían de un corazón lleno de amor.  Y quienes no podrían recitar los ciento cincuenta salmos del Oficio divino lo sustituían por otras tantas Avemarías, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o nudos hechos en una cuerda.  A la vez, se meditaba la vida de la Virgen y del Señor.  Esta oración del Avemaría, recitada desde siempre en la Iglesia y recomendada frecuentemente por los Papas y Concilios en una forma más breve, adquiere más tarde su forma definitiva al añadirse la petición por una buena muerte: ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. En cada situación, ahora, y en el momento supremo de encontrarnos con el Señor.  Se estructuran también los misterios, contemplándose así los hechos centrales de la vida de Jesús y de María, como compendió del año litúrgico y de todo el Evangelio. También se fijó el rezo de las letanías, que son un canto lleno de amor, de alabanzas a Nuestra Señora y de peticiones, de manifestaciones de gozo y de alegría. San Pío V atribuyó la victoria de Lepanto, el 7 de Octubre de 1571- con la cual desaparecieron graves amenazas para la fe de los cristianos, a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en todo el orbe cristiano por medio del Santo Rosario, y quedó instituida la fiesta que se celebra todos los años el 07 de Octubre.  Con este motivo, fue añadida a las letanías la invocación  Auxilium Christianorum.  Desde entonces, esta devoción a la Virgen ha sido constantemente recomendada por los Romanos Pontífices como plegaria pública y universal frente a las necesidades ordinarias y extraordinarias de la Iglesia Santa, de las naciones y del mundo entero. En el mes de octubre, la Iglesia dedica y honrar a Nuestra Madre del Cielo especialmente a través de esta devoción mariana, hemos de pensar con qué amor lo rezamos, como contemplamos cada uno de sus misterios, sí ponemos peticiones llenas de santa ambición, como aquellos cristianos que con su oración consiguieron de la Virgen esta victoria tan trascendental para toda la cristiandad. Ante tantas dificultades como a veces experimentamos, ante tanta ayuda como necesitamos en el apostolado, para sacar adelante a la familia y para acercarla más a Dios, en las batallas de nuestra vida interior, no podemos olvidar que, como en otros tiempos, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. 

Contemplar los Misterios del Rosario. 

El nombre de Rosario, en la lengua castellana, proviene del conjunto de oraciones, a modo de rosas, dedicadas a la Virgen.  También como rosas fueron los días de la Virgen: “Rosas blancas y rosas rojas; blancas de serenidad y pureza, rojas de sufrimiento y amor.  San Bernardo, aquel enamorado de Santa María, dice que la misma Virgen fue una rosa de nieve y de sangre”. ¿Hemos intentado alguna vez desgranar su vida, día a día en nuestras manos?  Eso hacemos al contemplar las escenas - Misterios de la vida de Jesús y de María que se intercalan cada diez Avemarías. En estas escenas del Rosario, divididas en tres grupos, recorremos los diversos aspectos de los grandes Misterios de la Salvación: El de la Encarnación, el de la Redención y el de la vida eterna.  En estos misterios, de una forma y otra, tenemos siempre presente a la Virgen.  En el Santo Rosario no se trata sólo de repetir las Avemarías a Nuestra Señora, que, como procuramos hacerlo con amor - quizá poniendo peticiones en cada misterio o en cada Avemaría, no nos resultan monótonas.  En esta devoción vamos también a contemplar los misterios que se consideran en cada decena.  Su meditación produce un gran bien en nuestra alma, pues nos va identificando con los sentimientos de Cristo y nos permite vivir en un clima de intensa piedad: Gozamos con Cristo gozoso, nos dolemos con Cristo paciente, vivimos anticipadamente en la esperanza, en la gloria de Cristo glorificado. Para realizar mejor esta contemplación de los misterios puede ser práctico detenerse durante unos segundos, tres o cuatro, en un silencio de meditación, considerando el respectivo misterio del Rosario, antes de recitar el Padrenuestro y las Avemarías de cada decena; acercarnos a la escena como un personaje más, imaginar los sentimientos de Cristo, de María, de José.Así, procurando con sencillez asomarnos a la escena que se nos propone en cada misterio, el Rosario, es una conversación con María que, igualmente, nos conduce a la intimidad con su Hijo.  Nos familiarizamos en medio de nuestros asuntos cotidianos con las verdades de nuestra fe, y esta contemplación, que podemos hacer incluso en medio de la calle, del trabajo, nos ayuda a estar más alegres, a comportarnos mejor con quienes nos relacionamos.  La vida de Jesús, por medio de la Virgen, se hace vida también en nosotros, y aprendemos a amar más a Nuestra Madre del Cielo. 

Las Letanías Lauretanas. 

Después de contemplar los misterios de la vida de Jesús y de Nuestra Señora con el Padre Nuestro y el Avemaría, terminamos el Santo Rosario con la letanía lauretana y algunas peticiones que varían según las regiones, las familias o la piedad personal. El origen de las letanías se remonta a los primeros siglos del cristianismo.  Eran oraciones breves, dialogadas entre los ministros del culto y el pueblo fiel, y tenían un especial carácter de invocación a la misericordia divina.  Se rezaba durante la Misa y, más especialmente, en las procesiones.  Al principio se dirigían al Señor, pero muy pronto surgen también las invocaciones a la Virgen y a los santos.  Las primicias de las letanías son los elogios llenos de amor de los cristianos a su Madre del Cielo y las expresiones de admiración de los Santos Padres, especialmente en el Oriente. Las que actualmente se rezan en el Rosario comenzaron a cantarse solemnemente en el Santuario de Loreto (de donde procede el nombre de letanía lauretana) hacia el año 1500, pero recogen una tradición antiquísima.  Desde allí se extendieron a toda la Iglesia. Cada título es una jaculatoria llena de amor que dirigimos a la Virgen y nos muestra un aspecto de la riqueza del alma de María.  Estas invocaciones se agrupan según las principales verdades marianas: Maternidad divina, virginidad perpetua, mediación, realeza universal y ejemplaridad y camino para todos sus hijos.  Estas aclamaciones vienen expresadas en las primeras advocaciones, y son desarrolladas a continuación.  Así al invocarla como Sancta Dei Genitrix, profesamos explícitamente la maternidad; cuando la alabamos como Virgo Virginum, reconocemos su virginidad perpetua, que la hace Virgen entre las vírgenes;  al invocarla con el título de Mater Christi, profesamos su íntima e indisoluble unión con Cristo, verdadero Mediador y verdadero Rey, y la reconocemos, por tanto, como Reina y mediadora.La Virgen es Madre de Dios y Madre nuestra, y en éste el título supremo con que la honramos y el fundamento de todos los demás.  Por ser Madre de Cristo, Madre del Creador y del Salvador, lo es de la Iglesia, de la divina gracia, es Madre Purísima y castísima, intacta, incorrupta, inmaculada, digna de ser amada y de ser admirada. En las letanías se recogen diversos aspectos de la virginidad perpetua de María: es Virgen prudentísima, digna de veneración, digna de alabanza, poderosa, clemente, fiel.La Madre de Dios, Mediadora en Cristo entre Dios y los hombres, se prodiga continuamente en servicio nuestro.  Nos es presentada además bajo tres bellísimos símbolos y otros aspectos de su mediación universal: la Virgen María es la nueva Arca de la alianza, la Puerta del Cielo a través de quien llegamos a Dios, es la Estrella de la mañana que nos permite siempre orientarnos en cualquier momento de la vida,  Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores (tantas veces hemos tenido que recurrir a Ella)  Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos. María es Reina de todo lo creado, de los cielos y de la tierra, porque es Madre del Rey del universo.  La universalidad de este reinado comienza en los ángeles y sigue en los santos (Los del Cielo y los que en la tierra buscan la Santidad):  Santa María es Reina de los ángeles, de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los mártires, de los que confiesan la fe, de las vírgenes, de todos los santos. Termina con cuatro títulos de realeza: es Reina concebida sin pecado, asunta al Cielo, del santísimo Rosario y de la paz. Después de invocarla como ejemplo acabado y perfecto de todas las virtudes, sus hijos la aclamamos con estos símbolos y figuras de admirable ejemplaridad:  Espejo de Santidad, Trono de sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual, Vaso honorable, Vaso insigne de devoción, Rosa Mística, Torre de David, Torre de marfil y Casa de oro.Al detenernos despacio en cada una de estas advocaciones podemos maravillarnos de la riqueza espiritual, casi infinita, conque Dios la ha adornado.  Nos produce una inmensa alegría tener una Madre así, y se lo decimos muchas veces a los largo del día.  Cada una de las advocaciones de las letanías nos puede servir como una jaculatoria en la que le decimos lo mucho que la amamos, lo mucho que la necesitamos.

MARIA REINA DEL ROSARIO

Hermano(a) tú que esta devoción supones: Monótona y  cansada.no la rezas porque siempre repite iguales sones. Tu que  no entiendes de penas y amores, de alegrías y tristezas. ¿Qué el pobre se cansó de pedir dones y  qué el enamorado de cantar canciones? La rosa más perfumada, de los más bellos colores, es El Santo Rosario, devoción al amor de los amores María fuente de mi inspiración. Reina de las Flores La más bella del jardín de Dios. María Madre mía eres tú mi devoción. Auxilio de los Cristianos y Madre de nuestro Salvador. María Reina del Rosario.  

Las Promesas de La Virgen del Santo Rosario 

Los que fielmente me sirvan rezando el Santo Rosario recibirán "GRACIAS ESPECIALES". El Rosario será siempre una poderosa defensa contra el infierno. Destruirá los vicios, disminuirá los pecados y destruirá las herejías. El Rosario será causa de que florezcan las virtudes y las buenas obras; obtendrá para las almas la Misericordia de Dios: Hará que el corazón de los hombres sea parte del amor del mundo y sus vanidades y los levantará al deseo de las cosas eternas. Serán socorridos en sus necesidades todos aquellos que propaguen la devoción al Santo Rosario.Todos los que rezan el Rosario son mis hijos y hermanos de mi Hijo Único Jesucristo.   

LOS NUEVOS MISTERIOS DEL ROSARIO 

En el documento “Rosarium Virginis Mariae”  El Rosario de la Virgen Maria el Papa Juan Pablo II considera oportuna una incorporación que, si bien se deja a la libre consideración de los individuos y de la comunidad, les permita contemplar también los misterios de la vida publica de Cristo desde el Bautismo a la Pasión. Explica que los llama “Misterios de la Luz”; los otros eran misterios de dolor, de gozo y de gloria, pues en su vida Cristo se manifiesta como “misterio de luz”: Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo Jn 9, 5. En el número 21 de Rosarium Virginia Mariae, el Papa presenta el enunciado de cada uno de los cinco “Misterios Luminosos” sobre la vida pública de Jesús: 

  1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
  2. La autor revelación de Jesús en las Bodas de Cana.
  3. Jesús anuncia el Reino de Dios invitando a la conversión.
  4. La Transfiguración de Jesús en el Tabor.
  5. Jesús instituye la Eucaristía. 

El Rosario es como una corona de rosas. Las rosas son una de las flores más bellas. El Rosario es fundamentalmente vivir, meditar y hacer oración los misterios de la vida de Jesús en unión con la Virgen Maria. Lo fundamental en el Santo Rosario es la meditación. Cuando rezamos el Rosario con devoción todo el cuerpo y el alma se unen:  

  • El tacto cuando lo estamos usando al pasar las cuentas,
  • Las manos se unen en oración,
  • Los labios expresan lo que cree nuestro corazón,
  • Los oídos se unen también.
  • La mente medita los misterios del Señor
  • La imaginación recuerda los lugares del Evangelio;
  • El corazón y el alma se elevan hacia el Señor y recogemos las necesidades de todos los hombres, precisamente con la Santísima Virgen, para presentárselas ante el Señor. 

Nuestro deseo como Equipo de Apoyo: Oración, Intercesión y Liturgia; es que a través de la difusión en nuestras Comunidades de Amor, de esta hermosa tradición cristiana, que es el Rosario, un camino para todos: hombres, mujeres, jóvenes, adolescentes, niños, y adultos de buena voluntad, una pista de reflexión sobre el misterio de Dios, que es el misterio de Amor anunciado y comunicado por María a la humanidad entera.  Amen, a Dios Nuestro Señor y su Madre Santísima que todos en Bodas de Cana seamos cada día más auténticos en nuestra vida y que la historia de la Salvación se realice plenamente en cada uno de sus miembros. 

LA SANGRE DE CRISTO 

Nos cubrimos con la Sangre Preciosa de Cristo. Sangre del Cordero sin mancha que nos lava, que nos purifica, que nos transforma y nos guarda para la vida eterna. Amen     

MARIA: Causa de nuestra Alegría 

  • Hija de Dios Padre, es portadora de la ternura infinita de Dios Padre.
  • Madre de Dios Hijo, es portadora del Amor hasta la muerte de Dios Hijo.
  • Esposa de Dios Espíritu Santo, es portadora del fuego y del gozo del Espíritu Santo.

A su paso el ambiente se transforma: la tristeza se disipa; la esperanza y el Amor se encienden. ¡No es lo mismo estar con la Virgen que sin Ella! No es lo mismo, no, rezar el Rosario que no rezarlo. Procuremos esmerarnos en rezarlo con mucho amor y devoción. Pidámosle hoy que con nuestra alegría sepamos llevar a Dios a nuestros hermanos, amigos y familiares. Maria causa de nuestra alegría, nos recordara siempre que dar alegría y paz es una de las mayores muestras de caridad, el tesoro más valioso que tenemos.  

ORACION BIBLICA: PARA VERSE LIBRE DE PELIGROS 

Señor, Dios Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene.Tú eres el dueño de todas las cosas. ¿Quién podrá resistir a tu Majestad? Señor Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tu has dicho: “Pidan y se les dará. El que pide recibe. Pero pidan con fe”. Escucha, pues, nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo.  AMEN.

¿Qué es la ORACION

¿Qué es la ORACION

ESTUDIO SOBRE LA ORACIÓN

¿QUÉ  ES  LA  ORACIÓN? 

Son múltiples los conceptos que podemos encontrar sobre la oración, pero básicamente cada uno de ellos toma su valor real en la medida que podamos llevarlo a la práctica, y básicamente, en la medida en que encontremos su funcionabilidad en cada uno de los fines que pretendemos. Buscaremos unos conceptos que nos conduzcan a descubrir la realidad de las promesas de Dios, las exigencias y requerimientos que se nos expresan en su Santa Palabra para acceder a esas promesas, el poder infinito que tiene la oración, y, esencialmente, a tratar de salir de algunos errores que nos conducen a achacarle o a endilgarle a Dios nuestra falta de éxito en la oración y a descubrir que es nuestra limitación y nuestro desconocimiento lo que no nos permite vivenciar en toda su magnitud, la gracia esplendorosa de la verdadera oración.  La oración es un encuentro amoroso entre Dios y tú, en la verdad. Porque el amor solo ocurre en la verdad, jamás resiste la mentira, porque las personas no se encuentran de verdad, cuando se presentan enmascaradas, disfrazadas, con las mil y una caretas que el mundo y su falacia nos han enseñado a colocarnos para cada diferente ocasión. Las personas se “encuentran” en la pobreza y en la sencillez del que carece de defensas. La oración no es otra cosa. Es encuentro y por eso no es monólogo, no es hablar consigo mismo, no es palabrería, no es rutina mecánica... Y fuera de lo anterior es amoroso, por eso no es un discurrir filosófico, ni un análisis científico, ni una prueba de laboratorio, ni una elucubración... Todo ser personal nace invitado y capacitado para el encuentro amoroso. Tú también, no puedes ni debes ser la excepción. Orar no es pensar, es amar. El pensar te ayudará a amar más y mejor.  Encontramos en el libro Cuando el hombre ora de Pedro Finkler los siguientes conceptos, que nos pueden ayudar a clarificar algunas dudas que tenemos o que nos enseñarán algunas cosas que sobre el particular desconocemos.

Estos conceptos son los siguientes:  

ORAR ES AMAR

La eficacia de la  oración no depende de la capacidad o del poder del hombre para convencer a Dios de darle lo que le pide, sino que resulta únicamente del inmenso amor que Dios tiene a los hombres. Esto lo explicó muy claramente el Señor Jesús: “Cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso” (Mt 6, 7).  “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí; el culto que me dan es inútil” (Is 29, 13; Mt 15, 8-9) La oración es fundamentalmente relación afectiva con Dios y por eso las advertencias del Señor nos muestran claramente que orar, más que nada, es amar. Y el amor no se prueba con palabras sino con obras. Amar es buscar a alguien. Es pensar en la persona querida. Pensar en Dios no es pensar en algo de Él, sino simplemente pensar en Él. Pensar en Dios ya es oración, pues equivale a buscarle. Por lo tanto, amor, rezar, dice Santa Teresa, no consiste “en pensar mucho, sino en amar mucho”. Orar es, entonces, estar con el Señor, permanecer en su compañía, conversar con Él, dialogar, con palabras, con actitudes, con gestos, con sentimientos, con obras. Es, en fin, estar ahí junto a Él, simplemente porque se le ama. “Hacer oración es entrar en contacto con Dios, es expresarle nuestro amor con palabras o sin ellas, con sentimientos amorosos o en estado de aridez, tal como Él mismo nos inspira y nos ayuda, porque sin Él sería imposible orar”.  El “sin Mí nada podéis hacer” vale también para la oración.  Oración es todo lo que el hombre hace para mover al Señor a tener misericordia, a mirar hacia Él, a socorrerle en su necesidad de amar, de crecer en el deseo de eternidad. Quien ama reza espontáneamente: en pensamiento, con palabras, con actitudes, en obras.  

ORAR ES ESTAR UNIDO A DIOS

Mística, en su sentido original, significa unión con Dios. Las personas de acentuada tendencia religiosa tienen generalmente avidez de profundizar en Dios. Sienten el deseo y la necesidad de estar con Él, que nos conoce: “Señor, Tú me sondeas y me conoces.... de lejos percibes mis pensamientos” (Sal 139, 1-2). Si oro humildemente, si soy pequeño ante Dios, si siento que lo necesito, si sé que tengo algo que recibir de Él y que no podría evitar el pecado si no recibiese de Él la fuerza espiritual necesaria, ¡ahí está la oración!. Si mantengo habitualmente la misma actitud de acogida a Dios y a su gracia, estoy en estado de oración. Esto es lo que Jesús quería al decir que es necesario orar siempre. Mística es la oración más íntima. Consiste en sustraerse, la persona, totalmente del mundo exterior y penetrar  en lo más íntimo de sí misma para vivenciar o experimentar en vivo el inefable gozo de la intimidad con Dios.  

ORAR ES IMITAR A CRISTO

Cristo nos mostró con su vida lo que es orar. Narran los Evangelios que el Señor madrugaba y se iba a un lugar solitario a orar. Muchas veces, durante el día, se escabullía de la multitud que lo rodeaba y se iba a orar en algún lugar oculto. También aprovechaba la soledad y el silencio de la noche para orar. Es decir, que alimentaba su celo apostólico por medio de frecuentes reencuentros con el Padre, quien era para Él, en fin de cuentas, la única cosa importante. Los discípulos que observaban curiosos y algo intrigados las costumbres del Maestro, comprendieron que se trataba de algo importante y maravilloso, y se despertó en ellos el deseo de imitarle. Y fue entonces cuando le pidieron con insistencia que les enseñase a orar. Así nació el Padrenuestro. Pero que irrealidad tan grande la que vivimos la gran mayoría de los católicos. Cualquier persona, orante o no, reza al día, como mínimo, un Padrenuestro. Pero que poco ha comprendido lo que allí se dice. No ha podido aceptar a Dios como el Padre  Creador que está en los cielos, no santifica con su vida su Santo Nombre; pide que el Reino de Dios venga a  nosotros, a su vida, desconociendo que Dios no puede morar donde está el pecado y el mal, no puede morar en un corazón endurecido y envilecido por la acción del mal; habla de que se haga la voluntad de Dios en el Cielo y en la tierra, pero en lo más profundo de su ser está anhelando solamente que se haga y se cumpla su propia voluntad, que se realicen sus deseos y sus ilusiones, no importando a que lo conduzcan éstos, o maldiciendo su suerte y no aceptando lo que Dios ha permitido en su vida; pide el pan de cada día, pero no está de acuerdo con lo que come, todo lo cansa, desconociendo que en el mundo hay miles de millares de hermanos que se mueren de hambre y que se sentirían satisfechos con lo que yo rechazo; le pedimos que perdone nuestras ofensas, nuestros pecados, nuestro mal, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y sin embargo hay resentimientos, rencores, recelos, envidias, odios en lo más profundo del corazón, porque no sabemos o no hemos sabido perdonar a todos los que nos han ofendido o nos están ofendiendo en la actualidad; le pedimos que no nos deje caer en tentación y que nos libre del mal, y sin embargo hacemos todo lo contrario, ya que producto de lo que tenemos sembrado en lo más profundo de nuestra alma, en nuestro subconsciente o en nuestro inconsciente, buscamos por todas partes encontrarnos con el mal, en la televisión, en el cine, en las revistas pornográficas, en el licor, en el baile, en la droga, en la fornicación, en el adulterio, en la ambición, en el libertinaje, en la violencia, etc., desconociendo que Dios nunca violentará nuestra voluntad, nuestro libre albedrío. En verdad que farsantes y fariseos somos al rezar esta maravillosa oración y que poco en verdad imitamos al Señor Jesús, porque no ponemos en práctica lo que allí decimos.  El hombre que ora no solo imita a Cristo, el más perfecto de los adoradores, sino que también  se une a Él y ora con Él, incorporando sus propios balbuceos y superando la propia pobreza e insuficiencia.  

ORAR ES AGRADECER EL AMOR

Dándose cuenta del inmenso amor totalmente gratuito que el Señor le tiene, el hombre prorrumpe espontáneamente en un canto de jubiloso entusiasmo.  La necesidad de sentirse amado es una característica del hombre, cuya vida - en todas sus dimensiones: biológica, psicológica, espiritual - sin la satisfacción de tal necesidad, se desequilibra. Tenemos en nuestra constitución, como una serie de vasitos que deben ser llenados desde el mismo momento de nuestra concepción, en nuestra gestación, en nuestro nacimiento y en casi todos los momentos de nuestra vida, tales como el amor, el estímulo, la fortaleza, etc. y que nada en la vida los puede llenar. En el caso del amor, encontramos como muchos seres han sido concebidos sin amor, no han sido deseados, han sido rechazados y ese desamor está arraigado en lo más profundo de su ser, presentándose en estas personas una limitante inmensa, al punto de que muchos seres humanos no son capaces de dar un abrazo o no resisten que alguien se los de, se sienten incapacitados para amar y dejarse amar, porque eso fue lo que recibieron, no pudiendo ser llenado este vacío si no por Dios, que es nuestro Creador y que es el único que puede hacer en cada uno de nosotros una nueva creación.  En cambio, cuando el hombre se siente amado, cuando se siente aceptado tal cual es, experimenta en plenitud la alegría de vivir y tiende a permanecer en constante contacto con la fuente de esta riqueza insustituible. Que importante que cada uno de nosotros descubriera, que si falta amor en el mundo por parte de los seres que están a nuestro alrededor, hay alguien que nos ama tal como somos, que nos acepta con nuestros errores y nuestras falencias, que nos perdona incondicionalmente, que quiere lo mejor para nosotros y que nos está buscando cada día para que le abramos el corazón y nos dejemos inundar por su infinito e inagotable amor. Ese ser maravilloso se llama Dios. Quien sabe y siente que Dios le ama infinitamente, ora sin cesar, con un inmenso sentimiento de gratitud por esta ventura sin par.  

ORAR ES DEJARSE ARREBATAR POR DIOS

Desde toda la eternidad, Dios, que nos creo para tener a quien poder amar, no cesa de implorarnos: “Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos hallen deleite en mis caminos” (Prov. 23, 26). Hasta tal punto nos ama Dios que, si se lo permitimos con nuestra disponibilidad y correspondemos a ese inmenso amor, él nos aferra, nos asocia tan íntimamente a él, que llega a hacernos una misma cosa con él: Ya no vivimos nosotros, sino que él vive en lo más profundo de nuestro ser, vive en nosotros. Cuando en nuestro camino de oración hablamos de dejarnos arrebatar, de dejarnos arrobar o extasiar por Dios, estamos hablando de vida mística, que es, justo, el estremecimiento unísono del alma perdida en Dios, que se ha posesionado de ella para un abrazo inefable. Cuando se presenta esta situación, el hombre enmudece, su oración se vuelve un silencioso balbuceo que lo lleva a decir: Abba, ba, ba, ba, entrecortado por la elocuencia de Dios, como nos lo demuestra la maravillosa experiencia mística que tuvo San Pablo y con él muchos santos y santas, muchos hombres de Dios.

ORAR ES HACER APOSTOLADO

Esta afirmación no puede darse la vuelta. Hay quienes con mucha facilidad se sienten inclinados a creer que lo más importante hoy es hacer apostolado, y que por lo mismo la oración queda desplazada lo anterior es amoroso, por eso no es un discurrir filosófico, ni un análisis científico, ni una prueba de laboratorio, ni una elucubración.Todo ser personal nace invitado y capacitado para el encuentro amoroso. Tú también, no puedes ni debes ser la excepción. Orar no es pensar, es amar. El pensar te ayudará a amar más y mejor. Encontramos en el libro “Cuando el hombre ora” de Pedro Finkler los siguientes conceptos, que nos pueden ayudar a clarificar algunas dudas que tenemos o que nos es apostólica no se confunde con la oración: aquélla supone ésta; es una derivación. Apostolado es un desbordamiento de la unión con Dios, y ésta solo puede realizarse por medio de la oración.  La unión con Dios, como cualquier otra entre seres vivos, es cuestión de amor, y quien ama a Dios, Padre de todos, no puede dejar de amar  a sus hermanos. El que es verdadero Apóstol transmite “vida”. Y cómo podrá darla si él no la tiene por ser un sarmiento separado de la cepa?.  “Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en Mí”  (Jn 15, 4).  

ORAR ES REALIZAR UN PROGRAMA DE VIDA

El Señor nos aconseja orar siempre sin desfallecer (Lc 18, 1) y San Pablo nos insiste en lo mismo: “Sirviendo al Señor, con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración” (Rom 12, 12). Para entrar en la intimidad divina es necesario disponer con urgencia de algunos tiempos tranquilos para “recoger” la propia vida y “acoger” al Verbo. Esto nos indica que para poder tener una verdadera vida de oración se requiere destinar un tiempo especial para ella. Sería ilusorio pensar que basta el espíritu de oración para que ya todo se vuelva oración. “Cuanto más el tiempo (destinado a la oración) es constante, vivo, pleno, profundamente vivenciado, tanto más influye su resonancia en todo el resto del tiempo y por tanto en la vida”. La oración no se reduce a episodios más o menos frecuentes en la vida del cristiano, sino que debe ser una de las características constantes de su vida. La verdadera oración se trueca en vida. Todo se vuelve oración en la medida que todo se eleva hacia el interior del alma y se le presenta al Señor en ella presente, y con él se trata todo. Lo que se vive solo exteriormente, aunque sea la más excelente obra de misericordia, no puede considerarse como oración; porque no alcanza la vida; no modifica el comportamiento y la conducta de la persona. Se da la oración sólo cuando ésta afecta en profundidad al ser y al obrar de la persona.  El ejercicio de la oración es el episodio de mayor intimidad con el Señor,  y se espera siempre con una impaciencia e interés tanto mayores cuanto mayor sea el amor y la frecuencia con que se repite, dentro del marco equilibrado que permitan el trabajo y la convivencia.  

VIDA DE ORACIÓN

Vida de oración es un estado, un modo característico de ser de la persona: el estado de aquel a quien el Señor se ha revelado en lo íntimo del corazón. Para llegar a este estado o a una vida auténtica de oración, es absolutamente indispensable pedir al Señor la inestimable gracia de que se digne revelarnos su rostro: “Oh Dios, haznos volver, y que brille tu rostro, para que seamos salvos” (Sal 80, 4). Pero aunque sea un don gratuito que depende únicamente de la misericordia del Señor, la intensidad y el ardor de nuestro deseo y de nuestro amor le estimulan a concedérnoslo. Deseo y amor entrañan desapego y entrega. Desapegarse completamente de sí mismo y entregarse enteramente a Dios es un acto que depende de nuestra decisión final, lo cual se logra a menudo, tras una lucha terrible.  Para un desenlace favorable en este arduo combate, la primera condición es el deseo sincero de pertenecer única y totalmente a Dios. La lucha por llegar a este punto es por lo general ardua y larga. La persona que se encamina por este derrotero tiene que sufrir y gemir por mucho tiempo antes de conseguir su intento. Su oración se reduce prácticamente a un lacerante grito de socorro:  “Les das a comer un pan de llanto, les haces beber lágrimas el triple”  (Sal 80, 6). La vida de estas personas, no raramente, se convierte en doloroso destierro. Sueñan la unión perfecta y definitiva con aquel a quien aman realmente por encima de todo, y la vida se les presenta como un obstáculo para la concreción de su desgarrador deseo.  De este modo la persona llega a tener verdadera vida de oración; es decir, su vivir se transforma en oración ininterrumpida. Quien no consigue dar este paso decisivo tendrá que contentarse con la pobreza de periódicas zambullidas, más o menos frecuentes, pero inevitablemente superficiales, en la oración. La auténtica vida de oración exige radicalidad: “O somos personas totalmente impregnadas de oración y lo obtenemos todo, o por nuestra pusilanimidad e incertidumbre recibiremos lo poco o nada que en este momento estamos recibiendo”. Quien consigue la costumbre de vivir la presencia de Dios, percibe cómo la oración brota constante y espontáneamente de dentro del corazón. Es como un alegre fuego que brilla, calienta y quema sin cesar; una energía divina que anima y sustenta el amor, el deseo, la búsqueda de la visión de Dios. Cuanto más intensamente se vive esta visión, que no es sino un vivísimo deseo de unión siempre más íntima, tanto más crece el fascinador misterio de Dios. Cuando el corazón de un hombre está lleno de Dios, en cierto modo ya no distingue entre reflexionar, trabajar, jugar o rezar. Todo en él es como un torrente límpido que mana de la misteriosa fuente de su interioridad escondida en Dios. La propia vida se torna en oración, en un permanente himno de alabanza a Dios. La oración es para él lo que la respiración o el pulso cardíaco son para su vida física. Importante aclarar en este punto que el estado de oración no puede producirse artificialmente. Es un don absolutamente gratuito concedido a quien ora de todo corazón y con una gran perseverancia. Quien entra una vez en este estado difícilmente renunciará a él; no podrá dejar de orar, como quien amó una vez no puede dejar de amar. Más exactamente, el Espíritu que se ha instalado en él no dejará ya de orar en él. De tal modo, cualquier cosa cobra en él valor de oración; de todo su ser se desprende la fragancia espiritual de su unión con Dios.  Como podemos observar a través de estos conceptos, cuando se trata de oración, por parte de Dios no hay dificultad alguna, al contrario, él está siempre a la espera, llamándonos suavemente, ofreciéndose a nuestra libertad. La oración es un don de Dios, es un darse a Dios. Deberíamos volver con mucha frecuencia a las palabras del Apocalipsis que nos dicen: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20).         

Descubramos como Jesús, el divino Redentor, el Mesías, el Salvador, el Señor de cielos y tierra, el Emmanuel, el Dios con nosotros, te busca a ti que lees estas líneas, busca a todos los hombres que humilde y confiadamente se acojan a él, ya que quiere entrar a compartir tu vida, a llenarla de luz, a planificarla, a transformarla y a hacer que te conviertas en un verdadero hijo de Dios que da testimonio de su fe.Pero debes recordar siempre que para poder experimentar el amor de Cristo, primero debes creer en Él, debes haberte encontrado personalmente con Él, debes haberle entregado el señorío de tu vida y, básicamente, debes haber tomado la determinación de que Jesús sea el Señor de toda tu existencia, de lo que tienes, de lo que haces, de lo que piensas; de tu historia total, en la cual están involucrados todos tus proyectos, tus éxitos, tus alegrías, tus intenciones, tus posesiones, tus aspiraciones, tus necesidades, tus fracasos, tus frustraciones, tus desengaños, tus enfermedades, en fin, todo lo que encierra tu existencia.  “En verdad que nadie tiene derecho a hablar de Dios, si primero no habla con Dios”.¿Pero qué es lo que nos ocurre y por qué no podemos hacerlo? Dios es silencio y necesita de hombres y mujeres capaces de transmitir su Palabra y de vivirla, y para poder transmitir lo que el Espíritu Santo ha hecho en mi vida, primero tengo que haberlo recibido, tengo que haber experimentado su poder y su acción en mi propia existencia. Muy pocas cosas nos ayudan tanto a conversar con Cristo, a tener un encuentro personal con Él, como el silencio. No el silencio exterior, el de los ruidos del mundo, el de la estridencia de las gentes, sino el silencio del corazón, sin el cual, sencillamente, no es posible oír la voz de Cristo cuando nos habla. Por eso Él nos recomienda siempre: “Oh, si escucharais hoy su voz” (Sal 95, 7); “Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6, 5-6).  Esto nos muestra que en el silencio del corazón debemos conversar con aquel que nos ama y que quiere para nosotros lo mejor, con aquel que nos ha dicho: “pide y se te dará, busca y encontrarás, toca y se te abrirá...(Mt 7,7 ss). “Son muchos los que andan buscando constantemente, pero solo encuentran los que permanecen en constante silencio...”.El hombre que se complace en la abundancia de las palabras, aunque diga cosas admirables, está vacío por dentro. Si amas de verdad, sé amante del silencio.

El Silencio de Maria

El Silencio de Maria

EL SILENCIO DE MARIA - Tema 03

La Virgen ponderaba en su corazón los acontecimientos  de su vida.

 

 Muchas veces hemos deseado que los Evangelistas narraran más sucesos y palabras de Santa Maria. El amor nos hace desear haber tenido mas noticias de Nuestra Madre del Cielo. Sin embargo, Dios se encargo de dar a conocer todo lo necesario, tanto durante la vida de Nuestra Señora aquí en la tierra, como ahora, después de veinte siglos, a través del Magisterio de la Iglesia cuando, con la asistencia del Espíritu Santo, desarrolla y explica los datos revelados.

Poco tiempo después de la Anunciación, aunque la Virgen no comunico nada a Isabel,  esta penetro en el misterio de su prima por revelación divina. Tampoco Nuestra Señora manifestó suceso alguno a José, y un ángel le informo en sueños sobre la grandeza de la misión de la que ya era su esposa. En el nacimiento del Mesías también Maria guardo silencio, pero los pastores fueron informados puntualmente del acontecimiento más grande de la humanidad y estos comunicaron a sus amigos y conocidos la gran noticia. Y todos los que le escucharon se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho (Lc 2, 18). Nada dijeron Maria y José a Simeón y a Ana, la profetisa, cuando como un joven matrimonio mas subieron al templo para Presentar al Niño. Y en Egipto primero y luego en Nazaret, a nadie hablo Maria del misterio divino que llenaba su vida. Nada comento con sus parientes y vecinos. Se limito a guardar estas cosas ponderándolas en su corazón (Lc 2, 51). El silencio de Maria dio lugar a que Natanael se equivocara en el comentario que le hizo a Felipe sobre aquella ciudad fronteriza con Cana, su tierra: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? (Jn 1, 46). La Virgen no buscaba, cono tú y como yo, la gloria que los hombres se dan unos a otros. Le basta saber que Dios lo sabe todo. Y que no necesita pregoneros para anunciar a los hombres sus prodigios. Que, cuando Él quiere, ya los cielos refieren su gloria y el firmamento anuncia las obras de sus manos; un día trasmite al otro su palabra y una noche a la siguiente sus noticias (Sal 18, 1-2). Él sabe hacer de sus vientos, mensajeros; y del fuego abrasador, embajadores (Sal 104, 4).

 

Es tan hermosa la Madre en el perenne recogimiento con que el Evangelio nos la muestra. ¡Conservaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón! Aquel silencio pleno tiene su encanto por la persona que ama. Allí, en la intimidad de su alma, Nuestra Señora fue penetrando más y más en el misterio que le había sido revelado. Maria, Maestra de oración, nos enseña a descubrir a Dios, ¡Tan cercano a nuestras vidas!, En el silencio y en la paz de nuestros corazones, pues solo a quien pondera con espíritu cristiano las cosas en su corazón le es dado descubrir la inmensa riqueza del mundo interior, del mundo de la gracia: “De ese tesoro escondido que esta dentro de nosotros”. Fue la ponderación de las cosas en el corazón lo que hizo que, al compás del tiempo, fuera crecimiento la Virgen Maria en la comprensión del misterio, en santidad, en unión con Dios. También a nosotros nos pide el Señor ese recogimiento interior donde guardar tantos encuentros con el Maestro, preservarlos en la intimidad de miradas indiscretas o vacías, guardarlos para tratar de ellos a solas, con quien sabemos nos ama.

 

SILENCIO DE MARIA EN LOS TRES AÑOS DE SU VIDA PUBLICA DE JESUS.

La Anunciación representa el momento culminante de la fe de Maria a la espera de Cristo, pero es además el punto de partida de donde inicia todo su camino hacia Dios, todo su camino de fe. Esta fe fue creciendo de plenitud en plenitud, pues Nuestra Señora no lo comprendió todo al mismo tiempo en sus múltiples manifestaciones. Quizá con el paso de los días sonreirá ante el recuerdo de su sorpresa al formular al ángel la pregunta sobre la guarda de su virginidad, o al interrogar a Jesús hallado en el Templo, como si no hubiera tenido sobradas razones para actuar así y no se debiera primero a su Padre. Podía extrañarse ahora de no haber comprendido entonces lo que ya se le manifestaba.

 

El recogimiento de Maria, donde Ella penetra en los misterios divinos acerca de su Hijo, es paralelo al de su discreción, pues es condición indispensable para que las cosas puedan guardarse en el interior, y ponderarlas luego en el corazón, que haya silencio. El silencio es el clima que hace posible la profundidad del pensamiento. El mucho hablar disipa el corazón y este pierde cuanto de valioso guarda en su interior; es entonces un fracaso de esencia que, por estar destapado, pierde el perfume, quedando en el solo agua y apenas un tenue aroma que recuerda el precioso contenido que alguna vez tuvo.

La Virgen también guardo un discreto silencio durante tres años de vida pública de Jesús. La marcha de su Hijo, el entusiasmo de las multitudes, los milagros, no cambiaron su actitud. Solo su corazón experimento la ausencia de Jesús. Incluso cuando los Evangelistas hablan de las mujeres que acompañaban al Maestro y le servían con sus bienes (Lc 8, 2-3) nada dicen de Maria que en toda probabilidad permaneció en Nazaret. Parece normal que la Virgen se acercara en alguna ocasión para ver a su Hijo, oírle, hablar con Él.

 

El Evangelio (Lc 8, 1-21) narra una de estas ocasiones. Vino a verle su Madre y algunos parientes y por el gran numero de gente que se agolpaba alrededor de su Hijo. Le avisaron a Jesús que su Madre estaba afuera y deseaba verle. Entonces, según indica San Mateo, Jesús extendió la mano sobre los discípulos (Mt 12, 49), San Marcos señala que Jesús, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, respondió: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen”.

(Mc 3, 34)

 

La Virgen no se desconcertó por la respuesta. Ella comprendió que era la mejor alabanza que podía dirigirle su Hijo. Su vida de fe y de oración le llevo a entender que su Hijo se refería muy particularmente a Ella, pues nadie estuvo jamás mas unido a Jesús que su Madre. Nadie cumplió con tanto amor la voluntad del Padre. La Iglesia nos recuerda que la Santísima Virgen acogió las palabras con las que el Hijo, exaltando el Reino por encima de las condiciones y lazos de la carne y de la sangre, proclamo bienaventurados a los que escuchan y guardan la palabra de Dios, como Ella lo hacia fielmente. Maria es más amada por Jesús a causa de los lazos creados en ambos por la gracia que en razón de la generación natural, que hizo de Ella su Madre en el orden humano. Maria también guardo silencio en aquella ocasión, a nadie explico que las palabras del Maestro estaban especialmente destinadas a Ella. Después, quizá a los pocos minutos, la Madre se encontró con su Hijo y le agradeció tan extraordinaria alabanza.

 

Jesús se dirige a nosotros de muchas maneras, pero solo entenderemos su lenguaje en un clima habitual de recogimiento, de guarda de los sentimientos, de oración, de paciente espera. Porque el cristiano, como el poeta, el escritor y el artista, ha de saber aquietar la impaciencia y el temor al paso del tiempo. Aprender con dolor, quizá que solamente cuando la semilla escondida en tierra ha germinado y prendido y tiene numerosas raíces, entonces brota una pequeña planta. Y al oír que preguntas sonrientes: ¿Y eso es todo?, Hay que decir que si y estar convencido de que solo si esta bien radicada, la planta ira creciendo, hasta que ya árbol muestre sus ramas, según se creía en antiguas épocas, la extensión de su profundidad.

 

EL RECOGIMIENTO INTERIOR DEL CRISTIANO

 El silencio interior, el recogimiento que debe tener el cristiano son plenamente compatible con el trabajo, la actividad social y el tráfago que muchas veces trae la vida, pues los hijos de Dios hemos de ser comprensivos: Personas que, en medio del fragor de la muchedumbre, sabemos encontrar el silencio del alma en coloquio permanente con el Señor y mirarle como se mira a un Padre, como se mira a un Amigo, al que se quiere con locura.La misma vida humana, si no esta dominada por la frivolidad, por la vanidad o por la sensualidad, tiene siempre una dimensión profunda, intima, un cierto recogimiento que tiene su pleno sentido en Dios. Es ahí donde conocemos la verdad acerca de los acontecimientos y el valor de las cosas. Recogerse. “Juntar lo separado”, restablecer el orden perdido, consiste, en buena parte, en evitar la dispersión de los sentidos y potencias, en buscar a Dios en el silencio del corazón, que da sentido a todo el acontecer diario. El recogimiento es patrimonio de todos los fieles que buscan con empeño al Señor. Sin esta lucha decidida, no seria posible, contando siempre con la ayuda de la gracia, este silencio interior en medio del ruido de la calle, ni tampoco en la mayor de las soledades.Para tener a Dios con nosotros en cualquier circunstancia, y nosotros estar metidos en Él mientras trabajamos o descansamos, nos serán de gran ayuda, quizás imprescindibles, esos ratos que dedicamos especialmente al Señor, como este en que el que preocuparnos estar en su presencia, hablarle, pedirle. “Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior” Y junto a la oración, él habito de mortificación en todo aquello que nos separa  de Dios y también en cosas de nosotros licitas, de las que nos privamos para ofrecerlas al Señor.En un mundo de tantos reclamos externos necesitamos esta estima por el silencio, esa admiración e indispensable condición de nuestro espíritu, asaltado por tantos clamores. OH silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la disponibilidad para escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de la preparación del estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de la plegaria secreta que solo Dios ve.De la Virgen Nuestra Señora aprenderemos a estimar cada día más ese silencio del corazón que no es vacío sino riqueza interior, y que, lejos de separarnos de los demás, nos acerca más a ellos, a sus    inquietudes y necesidades.

El Misterio de Maria

El Misterio de Maria

EL MISTERIO DE MARIA - Tema 01

  La Vida en Familia

 Poco sabemos de la vida familiar de Maria. La Biblia casi no dice nada. La vida de Maria fue seguramente como la de cualquier otra joven de Nazaret: Traer agua, arreglar la casa, ayudar en la educación de los hermanos menores, conversar en la fuente, leer y meditar la Biblia, rezar a Dios en silencio, participar en las fiestas y los rezos del pueblo. Nosotros la llamamos Maria, pero en aquel tiempo el pueblo la llamaba MIRIAM.La Biblia no dice nada tampoco sobre los padres de Miriam, pero los cristianos sabemos por la tradición que se llamaban Joaquín y Ana. De sus padres recibió su fe en Dios, su amor a la vida y la esperanza en el futuro de su pueblo, con el que sin duda se identificaba. 

¿Qué significa el nombre de Maria?

Maria, en el idioma popular significaba: “La Iluminadora”. En el idioma Arameo Maria significa: “Señora o Princesa”. En el idioma Hebreo significa: “Hermosa” Ex 15, 20.[20].Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un instrumento, un pandero, y todas las mujeres la seguían con tímpanos, danzando en coro. Fueron los Egipcios que usaron primero este nombre, Maria significa: “La preferida de Yahvé Dios”. Mar o Mir, en egipcio significaba la más preferida de las hijas. Y Ya o Yam, significaba: El dios verdadero: “YAHVE”. Así  que MAR-IA o MIR-IAM en egipcio significaba: “La Hija preferida de Dios” 

¿Cómo hablar hoy de La Virgen Maria?

Los verbos de Maria:

  • a)     Conocer
  • b)     Amar
  • c)     Defender
  • d)     Proclamar
  • e)     Imitar. 

Cuando hay que hablar de María se encuentra uno como en apuros. No sabe por donde empezar, ya que la Virgen es un mundo terreno y divino al mismo tiempo. El nombre de María, parece uno de los más difíciles de pronunciarse para los cristianos de hoy.

  • Unos, porque, no CONOCEN a María. La madre de Jesús en el que poco o nada creen y sobre todo, en el que no viven.
  • Otros porque, no AMAN a Maria.  No se puede amar a quien no se conoce.
  • Algunos, no saben DEFENDER a Maria. ¿Por qué? no la aman.
  • Son muy pocos, los que PROCLAMAN a Maria. Por que la hemos limitado en el Santo Rosario.
  • Es difícil para la mayoría IMITAR a Maria. Por que en resumidas cuentas, no saben quien es María y no lo saben porque no se han molestado en abrir las paginas de la Biblia donde aparecen los misterios de la vida de Cristo, que es hijo de María.

Queridos hermanos y hermanas, creo que aun no hemos alcanzado a entender las líneas señaladas para situar a María en el lugar que le corresponde en el pensamiento y en la vida de nosotros los cristianos, que es el mismo que le corresponde en la historia de nuestra salvación y talvez preferimos no hablar de ella, ni pensar en ella, ignorarla; como si este fuera el único camino para no deformar la figura de la Madre. Nos sobran razones para quienes amamos a María. Porque María camino y estuvo en  la historia, hoy la vemos alejada de muchos que, por otra parte, no quisieran perderla, prueba de lo cual es que la buscan por caminos equivocados y hechos extraordinarios. 

Los Oficios o Títulos de Maria:

a)     Mediadora Por que pide a favor de los que no se atreven o no se creen dignos de pedir directamente un favor al Rey de Reyes.

b)     Abogada Por que intercede por los que están en peligro de ser condenados. 

c)     Socorro Por que llega a favorecer al que no es capaz de ayudarse así mismo porque esta en situación muy difícil.

d)     Auxiliadora La persona que lleva una ayuda especialísima a quien esta padeciendo necesidad espiritual o material.

Mediadora ante el Mediador

Uno solo es Dios, así nos enseña San Pablo y uno también el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entrego a sí mismo en rescate de todos. 1 Tim 2, 5-6  La Virgen María Nuestra Señora coopero de modo singularisimo a la obra de Redención de su Hijo durante toda su vida. En primer lugar, el libre consentimiento que otorgo en la Anunciación del Angel era necesario para que la Encarnación se llevara a cabo. Era, afirma Santo Tomas de Aquino, como si Dios Padre hubiera esperado el asentamiento de la humanidad por la voz de María. Su Maternidad divina la hizo estar unida íntimamente al misterio de la Redención hasta su consumación en la Cruz, donde Ella estuvo asociada de un modo particular y único al dolor y muerte de su Hijo.  Allí nos recibió a todos, en la persona de San Juan, como hijos suyos. Por eso “La Misión maternal de María no oscurece ni disminuye en modo alguno esta mediación única de Cristo, antes bien, sirve para demostrar su poder”.  CV II Const. LG 60 

María es la Mediadora ante el Mediador, que es Hijo suyo; se trata de: Una mediación en Cristo que lejos de impedir la unión inmediata de los creyentes con Cristo, la fomenta. Ya en la tierra, Santa María ejerció esta maternal mediación al santificar a Juan el Bautista en el seno de Isabel. Lc 1, 14. Y también en Cana, a instancias de la Virgen, realizo Jesús su primer milagro, Jn 2, 1 ss; un prodigio maternal que soluciono un pequeño problema domestico en la boda a la que asistía invitada. San Juan señala los frutos espirituales de esta intervención: “Y sus discípulos creyeron en Él”. La Virgen intercedería cerca de su  Hijo como todas las madres, en multitud de ocasiones que los Evangelios la han designado: “Asunta a los cielos”, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. 

Todas las Gracias nos vienen por Maria

Todas las gracias, grandes y pequeñas, nos  llegan por María.Nadie se salva, oh  Santísima, si no es por medio de Ti. Nadie si no por Ti, se libra del mal.Nadie recibe los dones divinos, si no es por tu  mediación.

¿Quién, después de tu Hijo, se interesa como Tu por él genero humano?

¿Quién como Tu nos protege sin cesar en nuestras tribulaciones?

¿Quién nos libera con tanta presteza de las tentaciones que nos asaltan?

¿Quién se esfuerza tanto como Tu en suplicar por los pecadores?

¿Quién toma su defensa para excusarlos en los casos desesperados?

Por esta razón el afligido se refugia en Ti, el que ha sufrido la injusticia acude a Ti, el que esta lleno de males invoca tu asistencia. La sola invocación de tu nombre ahuyenta y rechaza al malvado enemigo de tus siervos y guarda a estos seguros e incólumes. Libras de toda necesidad y tentación a los que te invocan, previniéndoles a tiempo contra ellas.Los cristianos, de hecho, nos dirigimos a la Madre del Cielo para conseguir gracias de toda suerte, tanto temporales como espirituales. Entre estas pedimos a Nuestra Señora la conversión de personas alejadas de su Hijo y para nosotros, un estado de continua conversión del alma, una disposición que nos hace sentirnos en camino cada día, luchando por mejorar, por quitar los obstáculos que impiden la acción del Espíritu Santo en el alma. Su ayuda nos es necesaria continuamente en el apostolado; Ella es la que verdaderamente cambia los corazones. Por eso, desde la antigüedad, María es llamada “Salud de los enfermos, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, reina de los Apóstoles, de los mártires” 

Preguntas frecuentes sobre la Virgen María

¿Quién es la madre de Jesucristo?

La Virgen María. La Santísima Virgen María es también madre nuestra y nos lleva a Jesús. Dios la preservó libre de todo pecado desde su concepción. Por eso es La inmaculada Concepción. Como toda criatura, ella depende de la redención de Jesucristo pero esta redención operó en ella preservándola de pecado. La Virgen es madre siendo a la vez siempre virgen. Ella está ahora en el cielo en cuerpo y alma porque fue asumida al cielo. Lc 1, 26-38 

¿Cuáles son los Dogmas Marianos?

Son tres las solemnes definiciones  dogmáticas:

1.     La Divina Maternidad de Maria Santísima.

2.     La Inmaculada Concepción.08-12-1854 /08-12-2004 (150 Años) Papa Pió Nono (IX)

3.     La Asunción de Maria al cielo en cuerpo y alma 01-11-1950 / 01-11-2004 (54 Años) Papa Pio XII 

Los hermanos de JESÚS                                                                                

¿Cuántos Hermanos tuvo Jesús?

Hay una discusión entre católicos y protestantes en torno a “los hermanos de Jesús”. Esta expresión sale varias veces en los evangelios. Los protestantes, apoyándose en su propia tradición explican esta expresión al pie de la letra y dicen: “Maria tuvo mas hijos. (Hijos de Maria – Hermanos de Jesús) No es virgen”. De hecho, San Marcos dice que los hermanos de Jesús eran cuatro y da los nombres: “Santiago, José, Judas y SimónMc 6, 3. Además, también habla de “las hermanas de Jesús”. Así junto con Jesús serian al menos siete hermanos, todos hijos de José y Maria.Si analizamos La Palabra, encontraremos que no dice hijos de Maria, dice: el hijo de Maria. En cambio, si dice hermanos de Jesús Mt 13, 55. Profundicemos un poco más Las Sagradas Escrituras. Gen 12, 5 dice: “Abram tomo a Saray, su esposa, y a Lot, hijo de su hermano” quiso decir su sobrino. Gen 13, 8 dice: “Así, pues, Abram le dijo a Lot: Mira, es mejor que no haya peleas entre nosotros, ni entre mis pastores y tus pastores, puesto que somos hermanos” se refería a que eran primos. Cantar 4, 9-10 dice: “Me robaste el corazón, hermana mía, novia mía, me robaste el corazón ….!Que amorosas son tus caricias, hermana mía, novia mía, que delicioso es tu amor!…” el relato se refiere a su esposa. La Virgen Maria solo tuvo un único hijo, Jesús, y permaneció Virgen hasta el fin de su vida. Nosotros como Católicos, no podemos entender al pie de la letra la expresión “hermanos de Jesús” pues en el tiempo de Jesús la palabra “hermano” era muy elástica. Dentro de esta palabra “hermano” cabía mucha gente, no solo hermanos, hijos de los padres, sino también, los primos y otros parientes. 

No eran hijos de MARIA

Los protestantes insisten y sostienen en su campaña de desprestigiar a Nuestra Madre; que si tuvo otros hijos: “Santiago, hermano del Señor” Gal 1, 19. Hermanos remitamos también nosotros a La Palabra:  Mt 10, 2-4 dice: “Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago y Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomas y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo. Simón, el cancaneo y Judas Iscariote, que fue el que lo traiciono”.    Mt 27, 55-56  dice: “También estaban allí, observando de lejos, algunas mujeres que desde Galilea habían seguido a Jesús para servirlo. Entre ellas, Maria Magdalena, Maria madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo”. Esa mujer, prima de Maria, es la madre de los hermanos de Jesús. Pues resultaría absurdo que el Evangelio  que narra la vida de Jesús designara a su madre, como la madre de Santiago y José. Esa mujer es Maria, mujer de Cleofás a la que Juan cita al lado de Maria, la madre de Jesús.” Jn 19,25.Así, aquellas personas llamadas hermanos o hermanas de Jesús,  eran primos y primas. No eran hijos de Maria, ni hermanos de Jesús. Hay que leer La Biblia con mucha profundidad y no superficialmente para sacar lo que a uno le conviene. Porque hermanos caeríamos en el dicho que reza así: “Cristiano ignorante, seguro protestante”.  

JESUS hijo único de MARIA

Tenemos un indicio muy valioso de que Jesús era el hijo único de Maria en el hecho de que, a la hora de su muerte, Jesús se preocupaba por su madre y se la encomienda al discípulo amado. De haber tendí Maria numerosos hijos e hijas como sostienen los protestantes: ¿No resulta inexplicable la entrega de Maria a Juan? ¿Iba a entregar a su madre a Juan, que era un extraño y no pertenecía a la familia? ¿Hubieran permitido esto sus hermanos y sobre todo, sus hermanas? Jn 19, 25-27. El Primogénito, todavía argumentan algunos por el nombre que se le da a Jesús de primogénito de Maria. Pero también aquí se confunde. Para nosotros la idea de primogénito evoca enseguida la existencia de otros hijos. Pero para los judíos, no. Y la razón es clara. Primogénito era el hijo que había que consagrar a Dios, hubiera, o no, otros hermanos. Por tanto desde el momento de nacer el hijo primero, era considerado primogénito y se consagraba a Dios como tal. Lc 2, 22-23. 

El mensaje de MARIA

De todas maneras, tanto los católicos como los protestantes tienen sus argumentos. Pero no conviene pelear por esto, ni perder mucho tiempo en discusiones, pues unos no van a convencer a otros. Cada cual se quedara con su opinión, que en el fondo, no depende de los argumentos, sino del amor. Lo importante es imitar el ejemplo de Maria y sobre todo su mensaje: “Hagan lo que El les mande” Jn 2, 5. 

Conclusión:

El Apocalipsis cuenta que la mujer dios a luz a un hijo varón y que el niño fue arrebato al cielo. Ap 12, 5-6. Esta es la descripción más breve de la vida de Jesús: nació de Maria en el portal de Belén, vivió 30 años en Nazaret, estuvo predicando al pueblo durante tres años y después, casi fue devorado por el dragón que lo condeno a muerte y lo mato en la cruz, pero intervino Dios y lo resucito. Lo arrebato de la muerte, de la boca del Dragón de Maldad y lo llevo al cielo donde lo sentó a su derecha Ap 12, 4.  Allá en el cielo recibió todo el poder y se convirtió en el Señor de la historia Ap 12, 10-12. Humanamente hablando la mujer iba a perder. Pero Dios vino y se coloco al lado de la vida. La mujer venció y la vida venció. El Dragón de Maldad y de muerte fue derrotado. No tiene explicación. La flaqueza venció la fuerza. Esta victoria de Dios nos garantiza la victoria final del bien, en esta lucha contra el mal que continua hasta hoy. Dios tomo partido y definió su posición. El Dragón de Maldad será derrotado.Toda esta lucha inmensa comenzó muy humildemente, con la visita del ángel a la casa de Maria en Nazaret y con el nacimiento tan pobre de Jesús en Belén. Cuando el ángel vino, Augusto, el Emperador no supo nada. Nadie se entero. Pero las cosas grandes de Dios suelen acontecer en lo escondido de la vida de las personas humildes que creen que para Dios nada es imposible. Personas que merecen el elogio de Isabel a la Virgen Maria: “Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor” Así, estas personas sencillas realizan las cosas realmente grandes, sin que casi se noten. Así fue la vida de una mujer de Nazaret a quien su pueblo la llamaba Mirían. Maria, la elegida de Dios. La esclava del Señor. A quien Dios le concedió su favor y Dijo Maria: “Yo soy la servidora del Señor; hágase en mi lo que has dicho” Lc 1, 26-38. 

¿Porque vamos a predicar sobre MARIA?

Si la mayoría o algunas personas dicen: Maria fue una mujer como cualquier mujer. Si, fue un vaso que sirvió al Señor. Si, fue una mujer piadosa, pero no para darle tanta importancia. Hermanos MARIA encontró la GRACIA a los ojos de DIOS: “No temas MARIA, porque has encontrado el favor de DIOS”. Que importa lo que otros piensen si DIOS sonríe al ver a MARIA. Que grandeza, que podemos agregarle a MARIA si el Angel reconoció en ELLA una persona delante de la cual DIOS sonríe “Haz hallado gracia delante de Dios” aunque otras personas hablen mal que importa MARIA causa sonrisa a los ojos de DIOS. El Angel nos revela que es “llena de gracia” y que agrada a DIOS. MARIA se quedo asustada porque no era usual ese saludo. Si un Angel reconoce en MARIA una persona “llena de gracia” y que ha “hallado y alcanzado el favor de DIOS”.  Quienes somos nosotros para reconocer en ELLA algo menos que lo que un Angel reconoció.Pero esto no es todo hermanos hay mas en el Evangelio, siempre en Lc 1, 39-45. Una mujer llena de que dice La Biblia hermanos. De que se lleno dice, del Espíritu Santo y suponemos que al menos al Espíritu Santo le vamos a conceder la autoridad. Si dijéramos una Señora llena de emoción, pero llena de Espíritu Santo. El Espíritu Santo no permite que digamos errores. El Espíritu Santo es el Espíritu de Sabiduría que nos hace hablar con propiedad y esa mujer en cuanto se lleno del Espíritu Santo, la primera cosa que hizo al abrir la boca y gritar fuerte dijo: “Bendita eres entre todas las mujeres”. Llena del Espíritu Santo y lo primero que hace el Espíritu Santo en ella es ALABAR a MARIA. Bendita MARIA entre todas las mujeres. Y de que estará lleno ese hombre, de que esta llena esa mujer que no quiere reconocer a MARIA como bendita entre todas las mujeres. No debe ser del Espíritu Santo debe ser de otra cosa. Porque llena del Espíritu Santo esta mujer dijo: “De donde a mí que la Madre del señor venga a verme”. Quiero hacer una pregunta: Isabel se sintió que se codeaba con MARIA que eran iguales o sintió que MARIA era superior a ella. Fíjense en sus palabras: “De donde a mí. Como merezco yo. Quien soy yo para que venga a mí la Madre del Señor”.  Isabel se inclina, se siente pequeña frente a la VIRGEN MARIA y hay muchos que no, se codean igual como nosotros. MARIA, Maria es reconocida como la Madre del Señor y si leemos como termina Isabel: “Feliz la que ha creído porque se cumplirá lo que le ha dicho el Señor”. La llama Madre del Señor y dice también se cumplirá lo que le ha dicho el Señor. La Palabra Señor que uso Isabel, la uso en él termino Bíblico de DIOS y algunos se extrañan que nosotros decimos: “Santa Maria, Madre de Dios”. ¿Cómo puede tener Dios mama? ¿Que es eso?. ¿Estos Católicos  con lo que salieron?. Si DIOS hizo el cielo y la tierra.     

Es que no hemos comprendido que JESUS es DIOS hecho HOMBRE. Si MARIA es MADRE de JESUS es la MADRE de DIOS hecho HOMBRE. Por eso Isabel dice: “La Madre de mi Señor. Se cumplirá lo que te ha dicho el Señor”. Usa dos veces la palabra SEÑOR; dirigida al Hijo y Señor dirigida al Padre. Estamos viendo lo que el Evangelio dice acerca del lugar que MARIA ocupa. Pero hay mas todavía, mucho más, además  de Isabel llena del Espíritu Santo que le da un lugar a MARIA. También la Primera Comunidad Cristiana reconoció un lugar importante para ELLA leámoslo en He 1, 12-14. Es importante que sea San Lucas otra vez el que escribe esto, porque San Lucas es el científico, el que escribe las cosas bien pensadas, el que lo pone todo en orden y es importante cuando menciona por su nombre a todos los que estaban reunidos: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomas, Bartolomé, Mateo los menciona eso quiere decir que la Primera Iglesia o la Primitiva Comunidad no era un grupo de gente, sino que eran hermanos concretos y con su nombre, con su rostro, eran hermanos que se conocían y se amaban. Solo a las mujeres no las mencionan y dice “algunas mujeres”. Hermanos es que las mujeres en el tiempo de JESUS figuraban muy poco. Recordemos la multiplicación de los panes “eran cinco mil hombres sin contar mujeres”. Era la cultura de aquellos tiempos, era la forma. Sin embargo San Lucas siente como un cargo de conciencia, cuando dice y algunas mujeres. Se retracta y dice y de MARIA. El único nombre de mujer que se menciona. Porque el mismo siente que no podía ser incluida en  el “algunas mujeres”. Esta es una mujer especial dice, la vamos a mencionar. Ellos le dieron un lugar importante. Ellos la mencionaban por su nombre porque MARIA no estaba incluida en “algunas mujeres” y bien incluida podía estar porque entre esas mujeres estaba Maria Magdalena, estaba Marta, Juana, Susana; solo personajes muy nobles y bien acompañaba hubiese ido MARIA en esa redada de “algunas mujeres”. Pero Lucas la saca de esa redada y dice: “algunas mujeres y de MARIA” Acaso no es mujer MARIA. ¿Porque la saca aparte? ¿Porque no es una mujer como todas?  Ya el Espíritu Santo en labios de Isabel había dicho: “Bendita entre todas las mujeres” y los Primeros Cristianos le pusieron también en lugar especial y quienes somos nosotros para quitarle ese lugar a MARIA. Ellos la colocaron en ese lugar especial. Cuando la Primitiva Iglesia se unió lo hizo entorno a MARIA, era natural y lógico.  

¿Quién era la que mejor podría hablarles sobre JESUS?

Los Evangelios nacieron como las narraciones de la vida de JESUS. Primero la colección de “La Pasión”. Que fue lo primero que se escribió. Luego se escribieron la colección de “Los Milagros”. Andaban circulando los papiros, pero cuando todos querían saber más de JESUS y subió al cielo; bajaron los ojos y lo más parecido a JESUS que encontraron fue MARIA, su MADRE y se fueron a vivir con ELLA y allí MARIA descubrió cosas que Los Evangelios narran que no las conocemos sino fuera por MARIA. Quien sabia por ejemplo lo que San Lucas mas tarde iba a escribir “Maria guarda todo en su corazón”. Quien estaba dentro del corazón de Maria para saber que guardaba toda la vida de JESUS en su corazón. Lo que pasa que todo lo que hay en el corazón sale por la boca.  MARIA hablaba de JESUS y Ellos adivinaron. Todo estaba en el corazón de MARIA. MARIA ocupo un lugar importante y lo que nosotros estamos haciendo hoy no es inventando algo nuevo, mal haríamos, arruinaríamos nuestra Iglesia. Porque RENOVACION no es inventar cosas nuevas. Hay Ornamento como lo llamo el Papa Juan XXIII. Es volver al origen, al comienzo, volver a esa Comunidad Primitiva donde los hermanos se conocen, oran y están unidos con MARIA la MADRE del SEÑOR. Eso es volver a los orígenes. Y lo que estamos haciendo hoy es cumpliendo una PROFESIA. En Lc 1, 46-48 leemos algo que debe quedarse bien claro en nuestro corazón. Todas las generaciones y no es que MARIA quería arrebatarse una gloria. Ella dice: “Mi alma alaba al Señor y engrandece al Dios mi Salvador porque vio la humillación de su esclava. Y en adelante todas las generaciones me llamarán Bienaventurada” Esto es lo que siempre hemos hecho los Católicos. Nuestra generación siempre tendremos al mismo tiempo que en una palabra de amor y alabanza a JESUS, siempre tendremos  a su MADRE. Porque todo encuentro con JESUS es encuentro con MARIA. Así lo quiso el PADRE. JESUS no bajo de una nube, nació de una mujer dice San Pablo. “Nació de mujer bajo la ley”. A Jesús no se le va encontrar desencarnado, no se le va encontrar aislado. Cuando los Magos de Oriente y los Pastores llegaron a Belén encontraron al niño en el pesebre y junto a el estaba su Madre. Cuando hizo el primer milagro estaba también invitado JESUS a la fiesta y también su MADRE. Porque no hay fiesta con JESUS que le cierra la puerta a  MARIA y la deje fuera. Estamos hoy meditando, sobre este lugar tan importante, que ocupa MARIA en nuestra Iglesia y es importante porque donde haya una comunidad que ore. Donde haya una comunidad que se ame esta también la MADRE no somos huérfanos. Hermanos, hay grupos Cristianos que son huérfanos, tienen a un Papa que es DIOS y tienen a un hermano que es JESUS, pero no tienen a una MADRE. Nuestra Iglesia es una Familia completa. JESUS quiso dejarnos a su MADRE como MADRE nuestra. Jn 19,25-27. Hermano siempre que haya una cruz y siempre que haya un discípulo fiel y amado hay un lugar para MARIA. MARIA esta junto a la cruz, ahora mas que nunca el mundo entero que sufre, tiene un lugar al pie de la cruz para la MADRE. Siempre que haya un pobre que sufre, siempre que haya un hermano nuestro crucificado en el dolor, en la injusticia, en la pobreza y en la miseria, siempre que haya un hermano nuestro que este como JESUS en agonía hay un lugar para la MADRE amorosa que esta al pie de la cruz y siempre también que haya un discípulo amado, siempre que haya alguien que pueda valorar las cosas mas tiernas y es el Testamento de JESUS. Nuestro testamento no lo hacemos a la carrera, lo hacemos pensando bien, pensamos y lo volvemos hacer y hasta el último día estamos pensando si nos quedo bien o lo cambiamos. El Testamento de Jesús, todo lo que todavía había de JESUS, antes de dar hasta la ultima gota de sangre, momentos antes de dar hasta la ultima, entrego a su MADRE y no se la dio a cualquiera, no dejo que se la rifaran los que se rifaron sus vestidos, la dejo al discípulo amado y es una responsabilidad para la Iglesia Católica. Somos considerados el discípulo amado de JESUS porque a nosotros nos ha confiado el cuidado y al cuidado maternal de su MADRE.      

Hermanos MARIA ocupa un lugar importante, siempre que haya una cruz, adonde estar al pie de esa cruz MARIA sufre hoy al lado de su pueblo. MARIA sufre al lado de los que están afligidos, es la MADRE de los pobres. MARIA sabe lo que es ser emigrante. ELLA sabe lo que es estar huyendo, lo que es ser perseguida, lo que es tocar una puerta y que no se abra. Siempre que haya una persona que siente que todas las puertas se le cierran, hay un lugar para MARIA a su lado.MARIA ocupa un lugar siempre que haya una cruz. Siempre que haya un momento de expectación, de sufrimiento y dolor en la vida del hombre. MARIA ocupa un lugar en aquellos corazones que no tiene esperanza, no tienen consuelo, no tienen a nadie. MARIA ocupa un lugar al lado de esa esposa que ha pedido a DIOS el milagro de la conversión de su esposo y no lo ve realizado todavía. MARIA ocupa un lugar a lado de esa madre que ha clamado por la conversión de sus hijos y aun no los ha visto cambiados.